GUERRERO, MX.- Una enfermera que se contagió de COVID-19 en el hospital estatal donde laboraba, en esta capital, se quitó la vida; previamente escribió mensajes en su perfil de Facebook, donde reprochó la indiferencia de las autoridades y de la sociedad frente a la pandemia, publicó Proceso.

La víctima fue identificada como María del Carmen Galeana, adscrita en el área COVID-19 del hospital general “Raymundo Abarca Alarcón”, donde trabajadores han denunciado públicamente la falta de equipo médico especializado de protección.

Según los reportes, la semana pasada directivos del nosocomio dependiente del gobierno estatal ordenaron el aislamiento de María del Carmen junto a otras cuatro enfermeras, debido a que presentaron síntomas de COVID-19. Las cinco estaban en la primera línea de batalla.

Ayer, último día de mayo, María del Carmen Galeana tomó la decisión de quitarse la vida en el domicilio donde convalecía, ubicado en la colonia Haciendita, al sur de esta capital, de acuerdo con informes oficiales.

La enfermera sacrificada dejó mensajes en su perfil de Facebook que reflejan el desgaste físico y moral que padecen los trabajadores y trabajadoras del sector salud que enfrentan la pandemia a costa de su vida.

Por ejemplo, hace seis días retomó textual un reproche del médico Miguel Zapata Rojas: “Si mañana no despierto –me dijo– quiero que sepan que no me mató el COVID, fui muerto por la indiferencia de gobiernos sucesivos que desproporcionaron negativamente los presupuestos de salud; fui muerto por quienes hicieron a las regiones responsables de la priorización del gasto sanitario, dejándome sin los implementos para protegerse; fui muerto por la corrupción, por aquellos a quienes la ley no reconoce como traidores a la patria; fui muerto por la pobreza que no dejó que la gente siguiera tolerando la infinentena (sic); fui muerto por el individualismo, el yo único, el dios propio, el centro del universo, por aquel que cree que nadie más importa”, compartió la enfermera.

Antes, el 4 de mayo, dijo que era urgente que la residencia oficial Casa Guerrero, donde despacha el gobernador Héctor Astudillo Flores, fuera habilitada como albergue temporal para trabajadores del sector salud que están en áreas COVID-19, similar al espacio acondicionado en Los Pinos.

Dos días antes de su muerte la enfermera escribió un extenso mensaje: “Mientras los muertos no sean tus muertos, no entenderás la gravedad de lo que estamos viviendo. La sociedad sigue incrédula ante la situación por la cual estamos pasando, no, no son héroes sin capa, son personal de salud que día a día velan por tu familiar enfermo, que salieron de casa por que no tenían otra opción, todos trabajamos por necesidad, pero hay prioridades, ellos no podían suspender sus labores y se enfrentaron para cuidar, alentar y estar al pendiente al pie de la letra las recomendaciones para el paciente; en la facultad nos educaron para perseverar la salud de nuestros pacientes, no para dañar o empeorar”.

Y lanzó un cuestionamiento: “¿Tienen que vivirlo para creer? Todo es gracias a nuestra sociedad retrógrada que no entiende, que no te pudiste quedar en casa, por que tu empatía y valores no dieron para más”.

Remató: “Y no hablo de aquellos que tenemos que salir por necesidad, el médico a trabajar, la enfermera, el químico, el de intendencia, lavandería, las personas que salen a la farmacia o al mercado o super, hablo por ustedes que no son capaces de cancelar su fiesta, que salen como si nada a la calle sin ninguna medida de prevención, que se hacen los chistosos con sus pedas caseras o banqueteras, que su cerebro no da para comprender que ahorita no se puede, no por uno mismo, si no por el otro, por tu familia. Necesidades todos las tenemos por igual, pero creo que la salud tiene prioridad”.

Casi un mes después de este mensaje, la enfermera del sector salud estatal se quitó la vida tras contagiarse de COVID-19 en su centro de trabajo. (Fuente: Proceso)

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