CIUDAD DE MÉXICO, MX.- El Tren Maya, proyecto prioritario del gobierno federal, utilizará en los primeros años de circulación tracción a diésel en los convoyes de los primeros tres tramos de la obra de infraestructura en el sur-sureste del país, lo que significará un consumo aproximado de 166 mil millones de litros de combustible anuales, por lo que la producción de dióxido de carbono será de 430 mil 936 toneladas de este contaminante al año, publicó El Financiero.

En este sentido, de acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) regional, los trenes de tracción diésel se adecuan a las perspectivas económicas, ambientales, plazos de ejecución y operacionales trazos para el proyecto de infraestructura, que comenzaría a rodar en 2023.

Sin embargo, la MIA establece que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) aún no conoce las características en detalle de las instalaciones para el almacenamiento y despacho del combustible.

“Se sugiere adoptar el sistema que resulta económicamente más eficiente en la mayor parte del trazado y los indicadores sugieren adoptar la tracción diésel”, menciona el documento conformado por más de mil 900 páginas y presentado por el Fonatur.

El Tren Maya es el proyecto ‘bandera’ de Andrés Manuel López Obrador, quien decidió que al inicio de su administración se destinarán alrededor de 140 mil millones de pesos del erario para la construcción de mil 440 kilómetros de vías férreas para detonar la economía a través del transporte de carga, pasajeros y turistas en el sureste del país.

Para el transporte de pasajeros también será operado con locomotoras alimentadas por diésel en una primera etapa.

Sin embargo, de acuerdo con el documento, se deberán preparar las instalaciones para en una etapa avanzada del Tren Maya se pueda implementar una tracción mixta de los trenes, lo que significará tracción diésel y eléctrica.

Para los primeros tres tramos de los siete en total que conforman el proyecto, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) otorgó una exención de Manifestación de Impacto Ambiental al Tren Maya en su primera etapa, debido a que los trabajos de rehabilitación se llevan a cabo en una zona ya impactada por el paso de un ferrocarril (Chiapas-Mayab).

“El Tren Maya no tiene la obligación de solicitar una autorización ambiental, toda vez que no se trata de una obra nueva, sino de rehabilitación y mantenimiento para mejorar la seguridad operativa”, señaló recientemente el Fonatur. (Fuente: El Financiero)

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