Por Itzel Chan
MÉRIDA, MX.- A tres meses de que Rosa Elena Cruz Pech, quien encabeza el movimiento “UADY sin acoso”, fuera amenazada de muerte vía Facebook, la Policía Cibernética no ha dado con la o las personas responsables de los hechos, a diferencia de cuando otros incitaron a saqueos y disturbios en la entidad en medio de la pandemia por coronavirus (Covid-19), éstos sí fueron localizados en menos de 24 horas.
Desde hace más de un año, Rosa Elena fundó un movimiento que tiene como principal objetivo dar a conocer los casos de acoso y hostigamiento sexual que se vive en las aulas, pasillos y otros espacios de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), y luego de realizar una dinámica de tendederos donde fueron exhibidos alumnos y maestros de esta casa de estudios después de la marcha del 8 de marzo y del paro nacional “El 9 ninguna se mueve” o “Un día sin nosotras”, ella recibió mensajes de amenaza.
El mensaje por el que la joven solicitó auxilio y protección y sobre todo, que se investigara al o los responsables, es el siguiente:
“Pinche perra, ya sabemos que eres tú la que andas liderando la guerra en contra de los hombres en la universidad, ya te vimos en todas las facultades platicando con tus perritas y haciendo la mamada de las denuncias falsas a los hombres. Ten cuidado pendeja que ya te tenemos ubicada (…) matando al perro se acaba la rabia”.
Esto, a diferencia del pasado 25 de marzo, a través de cuentas de Facebook, personas en Yucatán incitaban a los internautas a practicar actos de rapiña y pillaje en medio del aislamiento social con mensajes como “Se les invita al saqueo de Tiendas Super Che, Soriana y Bodegas Aurrerá”, donde la Policía Estatal de Investigación (PEI) sí dio con dos personas y se les aplicaron las sanciones correspondientes.
En este sentido, Rosa Elena dijo que su proceso está detenido porque para las autoridades estatales, casos como el de ella no son considerados graves y no se pone en marcha una investigación exhaustiva.
“Cuando decidí ir a poner la denuncia ante la Fiscalía General del Estado, me ofrecieron protección, pero solamente un día pasó una patrulla frente a la casa y de ahí no regresó más”, describió la joven.
Además, al igual que en otros casos de activistas que contaban con protección, se les ha quitado el cuidado con patrullas policiales bajo la justificación de que con el coronavirus (Covid-19) serían utilizadas para otros procedimientos relacionados con la emergencia sanitaria.
“Me dijeron que por parte de la Policía Cibernética me iban a dar aviso y nunca me llamaron y para ingresar al Mecanismo de protección de personas defensoras de derechos humanos y periodistas, nos quedamos en el paso dos y en espera de una llamada que nunca llegó”, explicó.
A pesar de que Rosa dijo estar segura en este momento porque está en casa de sus padres, teme cuando tenga que salir a las calles.
En este sentido lamentó la poca atención que la Policía Cibernética presta a este tipo de casos.
“Es lamentable que esta policía que está en disposición de ayudar en delitos digitales no se interesa por la violencia que sufrimos nosotras”, denunció. (Noticaribe)