Por influencia política y presupuesto, después de Cancún, todos quieren meterle mano al municipio de Solidaridad que actualmente es encabezado por la morenista Laura Beristain.
Es consenso generalizado dondequiera que se pregunte, sobre todo entre los propios morenitas, que la mala administración de la Alcaldesa (que ganó de rebote por la ola obradorista), abre posibilidades fuertes de relevo en 2021.
Por el lado interno, a Laura Beristain ya no la quieren ni sus propios compañeros de partido, quienes buscan un frente para poner un candidato común que no sea Laura o alguno de sus familiares.
Pese a los números aún altos de simpatía hacia Morena, se cree que la reelección de Laura o a través de alguno de sus hermanos es una derrota casi segura ante la oposición joaquinista que no quieren a la Beristain repitiendo en el cargo.
El problema de los morenistas es que lo de ponerse de acuerdo no es lo suyo. Así que hay que prepararse para todo: patadas bajo la mesa, celadas y puñaladas traperas en su ansia de quedarse con el botín… perdón, la candidatura.
Laura está tratando de aprovechar estos vacíos y ya desde la semana pasada inició una soterrada campaña con la pinta de bardas en la que presume obras del gobierno federal como los grandes logros de la 4T. Y por supuesto, con su nombre junto y grandote al del Presidente Obrador.
De otra forma, no hay quien la tome en cuenta. Laura por sí sola no ganaría nada.
Por el lado externo, en la oposición local, apenas están surgiendo los aspirantes, pero no todos convencen.
Es el caso de la diputada panista Lili Campos que aprovechó precisamente la salida en falso de Laura Beristaín de promocionarse en bardas por toda la ciudad para arremeter en su contra con justa razón.
Aunque la legisladora nada dice de los señalamientos de corrupción que cada vez ensombrecen a este gobierno morenista y donde parece que hay más ‘carnita’ para acusar.
Pero la diputada, que ganó la diputación precisamente gracias a una campaña de golpeteo contra Laura Beristain, queda a deber porque hasta hoy los solidarenses siguen esperando que cumpla con su promesa de llevarla a juicio político.
Hasta ahora nada ha pasado y parece quedar claro que sus bravatas contra Laura sólo eran parte de una campaña mediática. ¿Le volverá a funcionar?
En este rejuego, no hay que descartar a la ex alcaldesa Cristina Torres que, aunque se sabe estaría más interesada en buscar una diputación federal, para lo cual se ha estado posicionando, no sería para ella un mal arreglo, en el caso de que Lili ‘no pegue’, regresar por sus fueros a buscar la presidencia municipal en la que sólo estuvo tres años.
Aunque Solidaridad es el segundo municipio en importancia, será aquí donde se libre la gran batalla entre la 4T y sus detractores en Quintana Roo.
No es el caso de Cancún, donde parece que privarán los pactos y arreglos políticos bajo la mesa.