En la controversia del fin de semana por el color del Semáforo Epidemiológico que debe regir en Quintana Roo llamó la atención que dos alcaldesas morenistas decidieron respaldar el criterio de apertura epidemiológico del gobierno panista de Carlos Joaquín y no el del subsecretario Hugo López-Gatell.
López-Gatell pretendió poner en color rojo a los estados de Quintana Roo y Yucatán, por el alto número de contagios en la Península, pero los dos gobernadores panistas de estas entidades, Carlos Joaquín González y Mauricio Vila, respectivamente, rechazaron la decisión y continúan con su propio Semáforo Epidemiológico.
En el caso de Quintana Roo esto significa seguir en color naranja en la Zona Norte y color rojo en la Zona Sur.
El color del Semáforo, según el gobierno estatal, va determinado por variables como la incidencia de contagios en base a su población y al número de camas disponibles en los hospitales de la zona.
Es por eso, argumentan, que pese a que en la Zona Norte se registran de manera acumulada los mayores casos, es en la Zona Sur, donde también han habido brotes importantes, donde se prendieron las alarmas y se regresó al color rojo del Semáforo.
Y es que en la Zona Norte la incidencia es menor porque el número de la población es mayor, además de que hay más camas de hospital para enfrentar la contingencia sin saturarse. Todo lo contrario al sur de Quintana Roo.
Además, existen claras presiones económicas para abrir la economía y es en la Zona Norte donde se concentra la mayor actividad turística, principal fuente de ingresos de Quintana Roo.
A nivel de calle, lo que se dice es que la economía ya no podía aguantar más.
Y eso lo saben muy bien las dos alcaldesas morenistas que así le llevan la contra al doctor Gatell, a riesgo de darse un tiro en el propio pie.
Lo único que puede salir mal es que las acusen con YSQ.