Para los que gustan de descifrar señales en los actos protocolarios del Presidente Obrador, este fin de semana se vio que el nombramiento del candidato de Morena a la gubernatura en Quintana Roo para la elección del 2022 podría estar alejado del bullicio que tratan de imponer los aspirantes más desbocados y que un día sí y otro también le tratan de meter el pie a sus presuntos competidores.
Y es que el fin de semana el Presidente Obrador realizó una gira por Oaxaca donde tuvo un rol protagonista un personaje que podría dar mucho de qué hablar el próximo año cuando se tenga que definir a los candidatos a suceder a Carlos Joaquín.
Se trata del tabasqueño avecindado en Quintana Roo desde hace muchos años Rafael Marín Mollinedo, uno de los pocos que realmente puede decirse amigo cercanísimo desde hace muchos años de Andrés Manuel López Obrador.
Cuando AMLO decide romper con el PRD, Rafael Marín recibió la encomienda de organizar la fundación de Morena en Quintana Roo y fue el encargado de nombramientos, reclutamientos y alianzas (incluyendo las malas) durante la campaña que llevó al triunfo a Obrador.
Rafa Marín no se encuentra actualmente en Quintana Roo porque recibió la encomienda de hacerse cargo del uno de los grandes proyectos de desarrollo de la 4T: conectar vía ferrocarril el Istmo de Tehuantepec para crear un corredor de mercancías entre el Pacífico y el Golfo de México a través de los puertos de Salina Cruz, en Oaxaca, y Coatzacoalcos, en Veracruz.
Con una inversión de 3 mil 500 millones de pesos, este es uno de los ‘proyectos prioritarios’ del Presidente para el cual, así lo dijo el propio Andrés Manuel, “siempre habrá presupuesto”.
De bajo perfil, Rafa Marín no necesita andarse tomando la foto con Andrés Manuel para que todos lo vean, porque de hecho tiene su oficina en el mismo Palacio Nacional, siempre cerca del Presidente.
El fin de semana Rafa Marín acompañó en toda su gira por Oaxaca al Presidente Obrador y estuvo a su lado en el presidium tanto en el evento de la supervisión de en Puerto de Salina Cruz como en el de la Rehabilitación del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec.
Según Andrés Manuel, el Tren del Istmo estaría listo en un año, o sea, para mediados del 2021, lo que significa que para ese tiempo Rafa Marín, en teoría, ya estaría libre de responsabilidades para regresar a Quintana Roo o emprender cualquier otro proyecto… como hacerse cargo de la sucesión en Quintana Roo.
Llegado el momento, si Rafa Marín acepta competir en la elección, ninguno de los otros aspirantes a la candidatura de Morena a la gubernatura de Quintana Roo tendría la fuerza para enfrentarlo y, de hecho, sería el único con el impulso para ser factor de unidad dentro del partido del Presidente, que se ha desgastado precisamente por las pugnas internas de sus integrantes.
De lo contrario, los enfrentamientos entre los adelantados terminarán por derrumbar al partido en Quintana Roo porque lo que se avecina es una lucha tribal de pronóstico reservado.