JOSÉ MARÍA MORELOS, MX.- Vendedores ambulantes de antojitos en las calles de esta cabecera, como Esteban Quijano Cimé, han visto caer sus ventas más del cincuenta por ciento y no es por temor de la gente a un manejo inadecuado sanitario de los alimentos, sino, más bien, a la crisis económica que la limita.
Esteban, quien se ha dedicado a vender estos antojitos en su triciclo afuera del Palacio Municipal por años, dejó de hacerlo al inicio de la pandemia, pero, al retomar la actividad, sus ingresos han caído drásticamente.
Sin embargo, esta crisis no es provocada por desconfianza en el manejo de alimentos, es más bien la crisis económica que ya golpea parejo.
Comentó que actualmente prepara solo el 60 por ciento del producto que antes del coronavirus solía maquilar, y en ocasiones tiene suerte en venderlo, pero a veces no saca ni la inversión.
Declaró que dejar de vender ya no es una opción para él, pues su familia depende de los pocos pesos que pueda llevar si agota su producto y literalmente, viven al día, incluso endeudándose eventualmente, porque no logran recuperar ni el capital invertido. (Infoqroo)