Por Rafael Briceño 

BACALAR, MX.- Las lluvias intensas y escurrimientos de agua, registrados a principios de junio, ocasionaron la muerte de 94 mil 339 caracoles chivita por el cambio ambiental de la Laguna de Bacalar, según un muestreo realizado por investigadores de varias instituciones académicas en el marco de la celebración del día de esta especia, prevista para este sábado.

En las conclusiones, el reporte establece como inusual la precipitacion registrada en junio que alcanzó entre 200 y 33 mm, lo que provocó el arrastre de materia que generó el cambio ambiental y fisicoquímico del agua de la laguna, misma que aparentemente causó una mortalidad masiva de caracol chivita.

Los investigadores han solicitado apoyo económico para realizar estudios complementarios de contaminantes en sedimentos y tejidos, con los que se podrá conocer factores que intervinieron en la muerte de los caracoles.

De acuerdo con un estudio realizado previamente, se reportó una pérdida de la diversidad de procariotas asociados a los microbialitos de hasta 50 por ciento – los microbialitos al norte de la laguna con una concentración menores de amonio y nitratos son más diversos que los sistemas que los microbialitos ubicados cerca de la ciudad de Bacalar y hacia el sur donde las concentraciones de amonio y nitratos son mayores-.

Una de las probables hipótesis es la presencia de nutrientes asociada al uso de fertilizantes y otros agroquímicos como el glifosato en la agricultura, tanques sépticos defectuosos u obsoletos y la falta de tratamiento de aguas residuales.

Para determinar la mortandad del caracol chivita, los investigadores establecieron un muestreo por cubetas – que tuvieron una capacidad de mil 200 unidades – y el conteo de caracoles durante siete días en varios predios.

Otro método consistió en conteo por cuadrantes de un metro por un metro, en 12 puntos ubicados a lo largo de la laguna.

La mortalidad de los caracoles está sujeta a variaciones espaciales y aun cuando son estimaciones deben tomarse en cuenta para los criterios de manejo del caracol en la laguna.

Las causas de la mortalidad aún no se conocen, pero los datos pueden dar una idea del impacto que este evento inusual de mortalidad puede causar en la laguna en el mediano plazo, ya que, al no haber caracoles disponibles, los procesos de pastoreo en la vegetación se ve limitada, y el número de gavilanes caracoleros también podría verse afectado puesto que el caracol es su dieta predilecta, así como otros componentes ecológicos de la laguna.

El documento enfatiza que un evento de esta naturaleza puede impactar a otros organismos menos notables que habitan la laguna de Bacalar, por lo que sería urgente empezar un programa de monitoreo de fauna indicadora de condiciones de calidad ambiental en la Laguna de Bacalar.

Las condiciones de la Laguna de Bacalar dependen del ciclo y conectividad de la naturaleza lo que establece la urgencia se establezcan acciones de desarrollo urbano, el uso de agroquímicos y el turismo.

Temas como la capacidad de carga, el desarrollo urbano planificado con base en el ciclo del agua, la implementación de sistemas de captación y uso de agua lluvia, áreas verdes con vegetación nativa, son acciones necesarias porque la laguna depende de la vegetación y el uso de suelo fuera de ella.

Los investigadores afirmaron que Bacalar necesita operar sistemas de tratamiento de agua negra que no generen lodos, ni agua residual, que esta no se inyecte en aguas profundas, sino que se trate de forma adecuada para su posible reutilización. (Noticaribe) 

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