CHETUMAL, MX.- Más de 90 mil caracoles de la especie chivita en Bacalar, de todos los tamaños, fueron arrasados por las aguas derivadas de las lluvias e inundaciones presentadas en junio de pasado, por lo que especialistas pidieron recursos para realizar estudios complementarios en la materia.
El Colectivo Consejo Bioregional de Bacalar, dio a conocer que los fenómenos meteorológicos han impactado a la Laguna de Bacalar, principalmente por el aporte de grandes cantidades de agua, que modifican los niveles de la cuenca y que podrían arrastrar sustancias provenientes de los sistemas de cultivo aledañas y ajenas al ecosistema, cuyo tipo depende de las actividades productivas que se realicen en la zona de influencia, afectando a las comunidades biológicas.
Durante las primeras semanas de julio, el Colectivo Consejo Bioregional de Bacalar, dio a conocer el registro de la mortandad masiva de caracol chivita, pues varios ejemplares fueron encontrados en la orilla de los predios de la Laguna de los Siete Colores.
Derivado de ello, los diversos especialistas en la zona sur del estado, como el departamento de Sistemática y Ecología Acuática; El Colegio de la Frontera Sur; el Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas de Quintana Roo IBANQROO, Agua Clara Ciudadanos por Bacalar A.C., y el grupo de Geo A.C., hicieron muestreos en diferentes puntos de la Laguna de Bacalar, para conocer qué propició este fenómeno y la cantidad de afectación de esta especie en peligro de extinción.
De acuerdo con los resultados, la mortandad de esta especie, que llegó a unos 94 mil caracoles fue la presencia de nutrientes asociada al uso de fertilizantes y otros agroquímicos como el glifosato en la agricultura, tanques sépticos defectuosos u obsoletos y la falta de tratamiento de aguas residuales, que fueron arrastrados con la precipitación pluvial.
Por esta situación, solicitaron apoyo económico para realizar los estudios complementarios de contaminantes en sedimentos y tejidos, con los que podrán conocerse factores que intervinieron en la muerte de los caracoles.
La laguna de Bacalar está en una zona de desarrollo urbano, áreas de cambios de uso de suelo y de intenso desarrollo turístico que ha ocasionado cambios graduales en la calidad del agua de la laguna.
Además, los integrantes de ese colectivo dieron a conocer que en Bacalar existe una falta de legislación del uso de agroquímicos y la falta de drenaje de las aguas residuales de la ciudad, que dado la geomorfología kárstica del sistema, estas actividades repercuten al cuerpo de agua por procesos de filtración o lixiviación. (Infoqroo)