CIUDAD DE MÉXICO, MX.- Al menos 969 cuerpos humanos están perdidos en México. Fueron donados por fiscalías estatales a universidades, para fines didácticos o de divulgación científica, en las últimas dos décadas, publicó aristeguinoticias.com.

Desaparecieron porque no existen documentos oficiales que permitan conocer el proceso de entrega de estos cadáveres de personas no identificadas a diversas facultades de medicina y los detalles sobre su disposición final.

Después de analizar unos 300 documentos oficiales, obtenidos a través de solicitudes de acceso a la información pública interpuestas a más de 100 dependencias de gobierno e instituciones educativas, se detectó una reiterada ausencia de registros en la cadena de custodia de los cadáveres donados, así como una inobservancia generalizada a leyes, reglamentos y protocolos forenses, que impide identificar a los occisos y saber con certeza dónde yacen sus restos.

Cada uno de estos expedientes faltantes es más que un simple número de caso; son personas que fallecieron sin decir adiós a sus seres queridos, sin una respuesta a cómo murieron y sin justicia para quienes fueron asesinados.

Tal es el caso de Gemma, quien fue secuestrada; murió y sus padres aún investigan si su cuerpo fue donado a una universidad privada. “Octavio” es un joven desaparecido, del que su familia sólo pudo recuperar su pierna, luego de que fuera utilizada para hacer estudios en una escuela. A “Javier” y José Luis aún los buscan sus familias con desesperación en facultades de medicina.

México cuenta con lineamientos federales precisos. Al no cumplirlos, las instituciones públicas y las educativas violan el Artículo 346 de la Ley General de Salud, el cual especifica que “los cadáveres no pueden ser objeto de propiedad y siempre serán tratados con respeto, dignidad y consideración”.

La situación es grave porque, de los 19 estados de la República Mexicana que presentaron registros de donaciones de cuerpos humanos a instituciones educativas entre 2000 y 2019, únicamente en Guanajuato coinciden los registros de la Fiscalía local con los de la Universidad estatal. En las 18 entidades restantes existen discrepancias en las cifras reportadas.

En Veracruz, Tamaulipas, Guerrero y Querétaro, las fiscalías generales negaron, a través de oficios, haber donado o prestado cadáveres a instituciones educativas; no obstante, las universidades de esas mismas entidades presentaron documentos que corroboraron que sus estudiantes habían realizado prácticas de anatomía en cuerpos humanos facilitados por las fiscalías.

En los siguientes 14 estados no coinciden las cifras reportadas por las fiscalías y las universidades, siendo que los lineamientos para preservar una debida cadena de custodia de los cuerpos requieren que las autoridades mantengan documentos de su proceso de entrega-recepción, acreditando su ubicación y el responsable de su salvaguarda.

Uno de los casos más relevantes es el de la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León, que presentó un listado de 60 cadáveres donados a la Universidad Autónoma de Nuevo León entre 2000 y 2019; sin embargo, la universidad reportó haber recibido 323 cuerpos por parte de la Fiscalía, durante ese mismo periodo. (Fuente: aristeguinoticias.com)

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