CANCÚN, MX.- Joan Passolas Farrerons, secretario general de la Asociación Mundial para la Formación Profesional Turística (Amfort), dijo que el turismo rural es diferente en distintas partes del mundo, pues así como puede ser agrario en un lugar, en otros está vinculado con actividades del mar, el vino y, lo más importante, no es contemplativo, sino participativo y de aprendizaje.
En su participación en la serie de conferencias organizadas por la Secretaría de Turismo de México, sobre “Turismo y Desarrollo Rural”, manifestó que el producto turístico evoluciona y debe ir de acuerdo con la ética derivada de la moral colectiva.
En Latinoamérica hay 522 etnias originarias, y en México hay una presencia importante de grupos étnicos, con 62, sólo detrás de Brasil, que tiene 340, y Colombia, con 83, lo cual, señaló, es un tesoro indudable del patrimonio de la humanidad.
De hecho, recordó que el Artículo 2 de la Carta Magna resalta que México, es un país de carácter pluricultural, da reconocimiento a la existencia y derecho a la libre autodeterminación a los pueblos indígenas, la igualdad entre hombres y mujeres, y la participación de este sector de la población en la toma de decisiones, algo que, sin embargo, no siempre sucede aquí ni en otras naciones.
“Hay culturas, etnias y lenguas que son perseguidas, sobre todo en los países señalados como los más avanzados”, lamentó.
Dejó en claro que el turismo comunitario y rural es lo mismo, aunque hay ciertas voces que digan lo contrario, de la misma manera que no falta quienes mencionan que la actividad turística es altamente contaminante. “Hay muchas maneras de verlo, y siempre se basará todo en una responsabilidad personal”.
El también vicepresidente de la Organización Mundial del Turismo señaló que México tiene un patrimonio cultural extraordinario, en el que, si se tiene la oportunidad de vivirlo, aunque sea por periodos cortos en las comunidades rurales, uno aprenderá más cada día, pues ninguna es igual a la otra.
“La mejor manera de disfrutar el turismo rural es mediante alguna actividad, no puede ser únicamente contemplativo, es de convivencia, de respetar, aprender y compartir”, añadió.
Passolas Farrerons reiteró que cuando se hace turismo rural hay que ir con un respeto absoluto hacia las comunidades, que desgraciadamente por mucho tiempo han sido marginadas, e igual comprender que no hay culturas o lenguas de primera o segunda.
“Hay que tener respeto y conocimiento de que lo que vas a visitar son tus ancestros, son los originarios que ocupaban este continente. Debemos ir con ganas de aprender de lo mucho que nos pueden enseñar y también estar dispuesto a participar, compartir y hacer amigos, nunca sentirse superior, todo lo contrario”, añadió. (Infoqroo)