CHETUMAL, MX.— A fin evitar que los residuos generados en tierra lleguen a los ecosistemas acuáticos, la administración del gobernador Carlos Joaquín González, por conducto de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente que encabeza Efraín Villanueva Arcos y el gobierno de Baja California Sur, formalizaron una alianza para impulsar un futuro sin plásticos contaminantes, en coordinación con la Agencia de Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ), la empresa Geociclye, el equipo OLAS y la Asociación Civil Ponguinguiola.

En primera instancia, trabajarán en la generación de una estrategia Península a Península mediante la campaña #Desplastifícate, para plantear alternativas y datos relevantes que inviten a la ciudadanía a modificar sus hábitos de consumo para disminuir su “huella en el planeta”.

Se hará hincapié en la importancia de adoptar cambios sencillos, como eliminar la utilización de plásticos de un solo uso, como bolsas de plástico, popotes, botellas de PET y unicel, informó la subsecretaria de Política Ambiental de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente, Graciela Saldaña Fraire.

Se buscará fortalecer el vínculo con el sector educativo en ambas experiencias, la transversalización del tema de cambio climático en ambas campañas y establecer una agenda de trabajo con las cámaras de restaurantes y hoteles que incluya capacitación a trabajadores en materia de residuos y otorgue un distintivo #Desplastifícate, en el caso de Quintana Roo.

Para reforzar ambas campañas se propone unirlas abordando el manejo adecuado de los residuos por la covid-19 sobre todo con el sector salud y el sector restaurantero, e intercambiar materiales de difusión y divulgación.

Cabe recordar que, México es el duodécimo consumidor de plástico en el mundo, cuya producción va en aumento. En los últimos cinco años creció 56%.

En México, por ejemplo, cada persona consume 48 kilos de plástico al año, más de 100 mil animales marinos mueren cada año por consumo de plásticos o al quedar atrapados en ellos y 90 por ciento de las aves marinas tienen contenido plástico en sus estómagos, de acuerdo con Greenpeace.

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