VERACRUZ, MX.- La Fiscalía General del Estado (FGE) concluyó la investigación sobre las amenazas de muerte que recibió el fiscal Distrital de Xalapa, Francisco Hernández Morales, el 30 de septiembre y el 13 de octubre últimos, publicó Proceso.
Según las autoridades, todo se trató de una broma de sus propios compañeros de la Unidad de Atención Integral, por lo que decidió cambiarlos de adscripción y enviarlos a otras demarcaciones de la entidad.
Se trata del fiscal 1, José de Jesús Valadez Espinoza; la fiscal 11, Nelly Cristina Méndez Medina; el fiscal 23, Misael Suárez Posadas, y el analista administrativo, Juan Gabriel García Castillo.
El 30 de septiembre pasado, en efecto, Hernández Morales encontró en la entrada de su oficina una corona fúnebre con su nombre y el 13 de octubre colgaron mantas de un puente a 100 metros de distancia de su centro de trabajo con la leyenda ““Te pasaste de (…) sigues recibiendo tu cuota mensual y no cumples los acuerdos pactados, date por muerto”.
La investigación de la policía ministerial arrojó que los tres fiscales y el empleado menor eran los autores intelectuales y materiales de la “broma”.
A pesar de lo delicado del caso, los altos mandos de la Fiscalía General del Estado (FGE) sólo acordaron rotar a los responsables.
Jesús Valadez fue enviado al área de desaparecidos en Cosamaloapan; Misael Suárez a la misma área, pero en el puerto de Veracruz, y Nelly Méndez a la Fiscalía Especializada en Búsqueda de Personas No Localizadas en Xalapa. En el caso de Méndez, permanecerá en la capital del estado, pero en el inmueble central.
Hasta el momento, el analista administrativo, Juan Gabriel García, ha quedado sin sanción, ello, pese a que sus propios compañeros de la Fiscalía lo señalan de “pedir moches” a cambio de atenuar las declaraciones en contra de los detenidos. Empleadas administrativas de la fiscalía también le han levantado reportes por acoso.
Apenas la semana pasada, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, habría advertido que no habrá tolerancia a ningún acto de corrupción ni impunidad. (Fuente: Proceso)