CHIAPAS, MX.— Además de su belleza natural, de pintorescos pueblos y majestuosos lugares coloniales, Chiapas destaca por haber sido asentamiento de misteriosas zonas arqueológicas, muchas con enigmas por resolver, como El Lagartero.
Para llegar a este sitio desde Comitán hay que tomar la Carretera Federal No. 190, con dirección a Ciudad Cuauhtémoc, sobre el kilómetro 56.7, antes de llegar al puente de San Gregorio, se toma la desviación que conduce a la cabecera del ejido Cristóbal Colón.
Los conjuntos arquitectónicos se encuentran a 1.5 kilómetros de distancia desde este último punto. Hay que cruzar el Río Lagartero por medio de varios puentes de madera para llegar a la sección principal del sitio.
Perteneciente al periodo Clásico Tardío, 600 a 900 d.C., Lagartero desempeñó un papel importante al servir de punto intermedio entre la cultura de las Tierras Bajas y Altas Mayas de Guatemala y la depresión central chiapaneca.
Por las características de su distribución espacial, su arquitectura y los materiales arqueológicos asociados, Lagartero es un centro ceremonial mayor en la cuenca superior del Río Grijalva, pero políticamente podría considerarse como un sitio de segundo orden, en comparación con sus vecinos contemporáneos, como Chinkultic.
Hay áreas destinadas para que el visitante se bañe, tome las precauciones necesarias en la ciénaga por la presencia de lagartos. En el ejido se pueden practicar algunas actividades de turismo de aventura y pernoctar en el Centro Ecoturístico.
El sitio recibe visitantes de lunes a domingo de ocho a 17 horas. La entrada es libre. (Infoqroo)