ESPAÑA.- La exitosa empresaria Corinna Larsen conocía bien de cerca al rey Juan Carlos de España. Tanto que ambos mantuvieron un romance durante un largo tiempo a escondidas. Y tanto más, que trabaron una relación que fue más allá de las sábanas y el idilio: los negocios, publicó infobae.com.
Pero estallado el escándalo de propiedades y safaris salvajes, el destino los apartó, aunque no el reguero de historias que se habían sembrado y que pronto encontrarían la luz del escándalo público.
Durante el tiempo en que se mantuvo alejada del monarca, Corinna fue alcanzada por las garras -y los grabadores- del ex comisario de la Policía Nacional de España José Manuel Villarejo, hoy detenido por sospechado de dirigir una banda criminal mientras estaba en funciones.
En todo ese tiempo, Villarejo -quien era visto como un héroe por muchos- se relacionaba con diferentes empresarios y poderosos para sacar información y luego mantenerlos en un puño. A todos grababa para tener a mano sus secretos. Y a muchos le ofrecía sus servicios, según seis investigaciones abiertas en fiscalías españolas.
Corinna, la empresaria de éxito que había sabido ganarse la confianza de Juan Carlos, tuvo encuentros con Villarejo en los cuales era engañada: la alemana nunca sospecharía que sus palabras saldrían a la luz en una causa judicial a la que tuvieron acceso los periodistas Marcos Pinheiro y Elena Herrera, de El Diario.
En esas reuniones, Larsen le contó sus sospechas sobre las maniobras que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) realizaba contra ella. Y fue entonces que hace una revelación: al entonces rey lo habían estado medicando con hormonas femeninas para que perdiera fuerza y no tuviera posibilidades de estar con mujeres.
La conversación privada quedó en poder de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional que ayuda en la investigación de los delitos de Villarejo. El encuentro fue en 2016. La justicia española intenta determinar si Corinna quería contratar los servicios irregulares del ex comisario, entre otros posibles delitos.
Lo cierto es que durante esa cumbre -cuyos diálogos quedaron registrados- la empresaria alemana contó detalles respecto al entorno del rey, quien en 2011 había sido sometido a una cirugía por un tumor pulmonar y que era víctima de una sedación extrema por parte de sus allegados más próximos. “Son como una banda de ¿sabes?… de delincuentes”, le subrayó la mujer a su interlocutor aquella oportunidad.
“Ha llegado un momento en que han hecho juegos tan sucios que yo tenía que salir del juego porque yo no controlaba nada”, reveló la mujer a Villarejo, sobre el sufrimiento que padeció al lado del monarca. Según Corinna, al rey lo tenían controlado -sobre todo- miembros de la familia Fanjul, empresarios cubanos radicados en República Dominicana considerados magnates del azúcar y muy próximos al monarca emérito de 82 años.
En el momento más revelador de la entrevista que mantuvieron la alemana y el policía, ella le cuenta que un reconocido médico francés había atendido a Juan Carlos y había comprobado que le habían proporcionado somníferos y hormonas femeninas para mantenerlo bajo control.
“Todo muy sucio, muy horrible. A mí me da mucha pena porque él no merece…”, dijo Corinna. “Sí, porque para ellos es más importante el control, el poder, el manejar que la verdadera salud mental y física de su Rey, es alucinante pero son así (hablan a la vez) ese tipo de personaje…”, agregó la mujer.
De acuerdo a Corinna, a Juan Carlos le pusieron “un montón de hormonas femeninas para quitarle la fuerza. Para quitarle testosterona y todo eso. Le han quitado todo, ni podía estar con una mujer ni nada, ¿no? Y claro, se ha puesto en una depresión horrible, y después, pues mejor, mejor manipular la persona ¿no?”. A continuación, El Diario transcribe parte del diálogo entre ambos tertulianos.
Villarejo: “…y por muchas jovencitas que le traigan los Fanjul y tal y cual, no solamente no puede hacer nada, sino que además, bueno, además el troll [el comisario se refiere así al exdirector del CNI, Félix Sanz Roldán] lo lleva con periodistas jovencitas y tal…”.
Corinna: “No funciona…”. (Fuente: infobae.com)