La industria turística continúa acumulando pérdidas, pese a que los destinos de sol y playa comienzan a reactivar la afluencia de visitantes.

A septiembre, la pandemia impidió que 10 mil 668 millones de dólares entrarán a las diversas empresas turísticas, un desplome de 57.3 por ciento, en comparación con los primeros nueve meses del 2019, y una variación negativa nunca antes registrada en la historia de la ‘industria sin chimeneas’ en el país.

La pérdida en ingresos equivale al costo de 2.3 Trenes Interurbanos México-Toluca; o 2.7 veces lo que se planea invertir en el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía o 1.4 Trenes Maya en el sureste del país.

A septiembre de 2020, la derrama de visitantes extranjeros ascendió a 7 mil 951 millones de dólares, una cifra muy lejana de los 18 mil 620 millones que ingresaron al país entre enero y septiembre del 2019, según datos del INEGI.

El turismo fue una de las actividades que más rápido sintió el impacto de COVID y uno de los sectores que más tardará en recuperarse según estimaciones de expertos.

Datos actualizados del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) estiman que recuperar niveles prepandemia podría llevar hasta 36 meses o tres años, previsión que depende de una potencial segunda ‘ola’ de contagios.

La afectación del turismo en México se debe principalmente a un menor flujo de visitantes foráneos, particularmente de Estados Unidos, Canadá, Europa y Sudamérica.

En el periodo enero-septiembre, llegaron al país, por vía aérea, 5.7 millones de turistas, de los cuales seis de cada 10 provinieron de alguna ciudad estadounidense.

“Es crucial que reactivemos los viajes internacionales, la conectividad internacional llevarla a como estaba antes del COVID o similar. En algunos destinos hemos visto una recuperación impresionante como en China (…). hace falta la coordinación internacional”, señaló Gloria Guevara, presidenta del WTTC.

México fue de los pocos países que no cerró sus fronteras aéreas en América Latina, pero las operaciones internacionales llegaron a caídas de más del 95 por ciento.

En los primeros nueve meses del año, México perdió a 8.4 millones de viajeros internacionales, lo que significa una caída de 59.7 por ciento respecto al año anterior, según datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.

Debido a una menor entrada de visitantes extranjeros, la ocupación hotelera también sufrió un fuerte descalabro de 35.3 puntos porcentuales al cierre de septiembre, es decir, la ocupación promedio a nivel nacional no supera el 25 por ciento.

Para Bernardo Santillana, director comercial de RCD Hotels, la recuperación se estima para el 2022, pues 2021 será para cumplir con las reservaciones que se pospusieron en 2020 por COVID-19.

Pese a la baja afluencia de extranjeros a México, Santillana destacó el papel del mercado mexicano en la recuperación, sobre todo del segmento de alto poder adquisitivo.

“El viajero mexicano que antes salía, se está quedando en México y está buscando cierto tipo de hoteles de lujo en el país y eso nos está dando gusto, que el mercado de alto poder adquisitivo se esté quedando en el país”, apuntó Santillana.

La caída en los viajeros internacionales impactó al empleo: los cerca de 4 millones de empleos directos que genera el turismo se vieron afectados y están muy lejos de recuperarse.

Según un análisis del Cicotur Anáhuac se perdieron cerca de 114 mil plazas de trabajo relacionadas con servicios de hospedaje.

“La magnitud de la pérdida de trabajadores formales en servicios de alojamiento supera, por mucho, la modesta recuperación. Después de haber tocado fondo en julio, sólo se han registrado 988 asegurados nuevos en el IMSS (a septiembre)”, precisó el organismo.

Pese al impacto en la industria turística, México es uno de los países que comienza a repuntar en el número de visitantes y su conexión aérea se afianza como una de las más avanzadas en la lenta recuperación. (Fuente: El Financiero)

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