CANCÚN, MX.- Oscar Montes de Oca Rosales, procurador General del Estado, dijo que el secuestro es un delito que en Quintana Roo que no es de alta incidencia, como ocurre en otras entidades, y también informó que detuvieron a dos individuos por violación, uno que organizaba fiestas donde abusaba de sus víctimas y otro que se hacía pasar por terapeuta a domicilio, drogaba a las mujeres, las violaba y robaba.

El funcionario manifestó que en Quintana Roo los secuestros no son para pedir un rescate, más bien entre los mismos integrantes de bandas delictivas de narcomenudeo. Se registraron 11 casos en 2020.

“En cateos por narcomenudeo nos hemos topado con individuos de bandas rivales golpeados y privados de su libertad”, indicó en entrevista para Radio Fórmula.

Para este delito, indicó que cuentan con una unidad antisecuestros fortalecida, dotada de tecnología suficiente para resolver los casos que se lleguen a presentar y por eso es importarte denunciar el delito inmediatamente ante las autoridades.

“Los secuestros virtuales es otra modalidad que se da, siendo la víctima guiada por medio de una llamada telefónica a determinado lugar, donde es secuestrada para pedir un rescate. Cuando se de cualquiera de esos eventos es necesario denunciarlos porque nosotros sabemos cómo proceder”, insistió.

El Fiscal informó que en la semana que recién concluyó hubo 63 detenidos, 54 puestos a disposición, de los cuales nueve fueron por órdenes de aprehensión, siete por robo, nueve por narcomenudeo, uno por homicidio, cuatro por violación, una por tentativa de feminicidio y otro por violencia intrafamiliar.

De ese total, 19 quedaron vinculados a proceso con prisión preventiva, hubo cuatro cateos por narcomenudeo y se dieron cuatro sentencias por robo.

Montes de Oca precisó que entre los detenidos por violación dos casos son muy particulares. Uno denunciado por organizar fiestas en su domicilio, en las que drogaba a sus víctimas y abusaba sexualmente de ellas. Hay dos eventos registrados con todos los datos de prueba sólidos para que se haga cumplir una sentencia condenatoria.

El otro caso es el de un individuo que se hacía pasar por terapeuta y contactaba a sus víctimas por las redes sociales. Obtenía su confianza, las invitaba a desayunar en su propio domicilio, donde llevaba comida y en las bebidas colocaba sustancias para que perdieran el conocimiento. Abusaba sexualmente de ellas y robaba todo lo que podía.

“Por ese ilícito hay dos hechos vinculados y están abiertos ocho expedientes más en su contra por los que igual se procederá de manera penal. Hay antecedentes del 2020, pero es probable que haya otros anteriores”, añadió. (Infoqroo)

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