Por Itzel Chan
MÉRIDA, MX.- Debido a la población de mujeres indígenas y otras más que se denominan afromexicanas, en Quintana Roo y Yucatán, se han establecido tres casas en donde activistas atienden casos de violencia de género o de derechos humanos, sin embargo, actualmente presentan disminución de recursos que les impiden continuar con actividades de atención a víctimas de violencia sexual y de género.
De acuerdo con el Observatorio Regional de Gobernanza y coordinación Social ante coronavirus (COVID-19) (ORGA), las dos Casas de la Mujer Indígena o Afromexicana (Camis) en Yucatán son “Tumbel kuxtal”, en Chemax y la mujer Indígena “Tu’ux yaan”, en Siho, Halachó y en Quintana Roo se trata de “u Muuk’il Ko’olelo’ob María Uicab”, en Felipe Carrillo Puerto.
Las investigadoras que forman parte de ORGA han detectado que estos tres son espacios en los que dan acompañamiento jurídico en lengua maya a las mujeres que han sufrido algún tipo de violencia, incluida la sexual, sin embargo, a nivel nacional, fueron reducidos los presupuestos hasta en un 30 por ciento, mientras que en el caso de Quintana Roo, suspendieron actividades por la falta de recursos.
A nivel nacional, el programa de Camis tiene tres fases: en la primera, llamada inicial, se proporcionan hasta 700 mil pesos para acondicionar un espacio; para la segunda o de fortalecimiento se brindan hasta 850 mil pesos; y la tercera o de consolidación implica subsidios hasta por un millón de pesos.
Para 2020, en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) se contemplaba poco menos de 200 millones de pesos para las 35 casas de este tipo en el país, pero fueron suspendidos.
Dentro de los retos que han enfrentado estos sitios, es que el presupuesto que reciben por parte de la Federación ha tenido recortes; hoy por hoy presentan falta de personal para brindar los servicios jurídicos y psicológicos proporcionados hasta el año pasado a través del convenio de colaboración con los Gobiernos Estatales.
A pesar de que existen estos espacios y aunque se emprenden acciones para auxiliar a las mujeres indígenas y afromexicanas en situación de violencia, Eliana Alejandra Arancibia Gutiérrez, coordinadora General ORGA, en conjunto con otros investigadores, ha documentado que no hay suficientes investigaciones que pongan en evidencia real las situaciones por las que atraviesan las mujeres de las zonas indígenas en la Península de Yucatán.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), tan sólo en Yucatán hay 983 mil 257 personas que se denominan indígenas y de las cuales 491 mil 143 son mujeres; respecto a la población que se considera afromexicana son 69 mil 599 habitantes, de los cuales, al menos el 49.9 por ciento son mujeres. (Noticaribe)
