COZUMEL, MX.- Un grupo de más de 40 personas acudió a manifestarse esta mañana en las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable (Sedetus) del Gobierno del Estado, debido al incumplimiento del contrato por parte de Promocasas para la compra de terrenos, al incrementar las mensualidades de 3 mil 300 a 4 mil 40 pesos.
Las cerca de 200 personas que aceptaron adherirse a un programa de vivienda digna, promovido por la Sedetus, han tenido que esperar tres años por la entrega de sus casas, que debían quedar listas en menos de un año, sin que estén todavía concluidas, a pesar de haber pagado cada uno cerca de 50 mil pesos, por la edificación de la misma.
A esos problemas ahora se añade que el propietario del terreno, la empresa Promocasas de Juan Manuel Mercader Rodríguez, ha decidido incrementar la mensualidad de 3 mil 300 pesos a 4 mil 40 pesos, con un ajuste a su precio cada año.
Lo anterior, pese a que todos firmaron contratos en donde se fijaba una mensualidad fija por siete años, para cubrir el costo del terreno, 212 mil pesos, con un interés de 15%.
Los inconformes aseguran que el delegado de la Sedetus, Géner Hernández Maldonado, se niega a darles la cara, pese a que fue él quien los buscó e incluyó en este programa, que al parecer se había basado en recursos federales y que naufragó con el cambio de gobierno.
La principal molestia es que a tres años no les han entregado sus casas, pues el proyecto quedó en abandono y ha salido adelante solo por presión suya, y ahora que ya tienen cerca de 60 mil pesos invertidos (50 por la casa y 10 por los trámites), de forma unilateral les incrementan el costo del terreno.
La excusa brindada por Mercader Rodríguez, señalaron, es que ha incrementado el costo del material, excusa absurda pues se trata del costo del terreno, habiéndose ya adquirido la casa a través de Sedetus a otra empresa.
Con los ajustes anuales que proyecta Promocasas, los “beneficiarios” del programa temen que finalmente se duplique el costo real del terreno, sin que todavía puedan siquiera habitarlos.
“No nos negamos a pagar, pero que nos respeten el programa”, se quejó una mujer. “Nos vinieron a buscar, nosotros no los buscamos a ellos”.
“Dónde está el gobierno estatal, ¿por qué dejan que quede el programa en manos de privados, después de que les pagamos las casas?”, cuestionó otro. (Agencia SIM)