CIUDAD DE MÉXICO, MX.- “Es Cuba o te amuelas. No tendría porqué ser así, puesto que nosotros aspiramos a estar en territorio mexicano. Cuba debería ser opción, no imposición”, manifestó el Dr. Pedro Rodríguez, aspirante a la residencia de rehabilitación, sobre el plan estratégico para reducir el déficit de médicos especialistas en México, mismo que ha orillado a alrededor de mil jóvenes a tomar una decisión contundente: realizar sus estudios en el país caribeño o renunciar a su plaza y presentar nuevamente el Examen Nacional de Residencias Médicas (ENARM), publicó infobae.com.
En mayo del 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que dicho plan contemplaba incrementar el número de plazas al doble, pero también admitió que ante tal aumento de lugares “México no contaba con el cupo para atender a todos los médicos”, por lo que los aspirantes de seis especialidades tendrían la posibilidad de estudiarlas en el extranjero.
Una vez que los jóvenes presentaron el examen y resultaron seleccionados, las autoridades mexicanas dieron a conocer que el único país al que se podrían ir era a Cuba, dejando en el “limbo” a aquellos que tenían la ilusión de estudiar su residencia en territorio nacional o que no contaban con las posibilidades económicas de migrar a la isla, dejándolos sin más remedio que renunciar a su plaza.
Tal situación los llevó al punto de presentar un amparo colectivo y alistar otros más para exigir que la Secretaría de Salud les garantice un lugar en México, con ayuda del grupo de especialistas en derecho médico “Lex Artis Medica”. El licenciado Miguel Ángel Rodríguez, uno de los abogados que está llevando el caso, explicó que aún están a la espera de una respuesta del Poder Judicial.
“Los médicos ganaron un espacio en México porque aprobaron un examen que es para aplicar a una residencia nacional. Las autoridades, al emitir la convocatoria y al inflar el número de plazas, seguramente sabían que no tenían la capacidad suficiente para incorporar a todos a las residencias, entonces, tienen la obligación de buscar una solución que no sea enviarlos a Cuba. La única vía de resolverlo es la judicial”, afirmó el abogado.
“Estamos pidiendo que les respeten esa plaza y que se les reconozcan esos derechos laborales que adquirieron al pasar el examen como cualquier otro servidor público, o como alternativa, que se les respete el lugar para la siguiente vuelta”, agregó.
Fue así que el primer amparo se interpuso el pasado enero, por lo que se espera que sea aceptado a la brevedad, mientras que el segundo está en proceso de trámite. Sin embargo, de los mil profesionales de la salud seleccionados, sólo alrededor de 27 accedieron a proceder por la vía legal.
El licenciado argumentó que los requisitos para irse a Cuba violan los derechos humanos básicos de los médicos, pues indicó que les están pidiendo estudios y revisiones médicas para cerciorarse de que no tengan VIH, y en caso de las mujeres, no pueden estar embarazadas. Subrayó que se está afectando el derecho a la educación, el derecho a un proyecto de vida y derechos laborales. “Es como una cadena de violaciones, pero estamos tomando en cuenta esos argumentos para que en su momento se resuelva y que el convenio quede nulo”.
“La realidad es que muchos médicos se han desilusionado, dijeron ‘no, gracias’ y se van a esperar hasta el siguiente año y otros de plano ya no van a aplicar. El hecho de que pierdan su lugar por no ir a Cuba representa un año que también perderán de su vida”.
Tal es el caso del médico Pedro Rodríguez, quien también declaró que luego de tres años consecutivos de presentar el ENARM, finalmente logró acreditarlo en el 2020, pero ahora se está topando con una traba mayor: tener que renunciar a su lugar por no poder ni querer realizar su especialidad en Cuba. Inclusive señaló que en el peor de los escenarios, es decir, si el amparo no procede, difícilmente tomaría la decisión de concursar por cuarta vez en el examen.
“Sería un poquito complicada la decisión, porque obviamente al ver esta situación, nada te garantiza que el siguiente año se vayan a hacer las cosas diferentes, incluso pudiéramos pensar en los promedios, pero hay compañeros que tienen mucho mejor promedio que yo y tampoco tienen una plaza en México”, declaró el joven quien está en la disposición de interponer todas las herramientas legales.
Por otro lado, el médico Jesús Sánchez, no consideró viable proceder por la vía jurídica, ya que “para como están las cosas, he optado por manifestarme en medios de comunicación y acudir a las protestas en la CDMX”. Al preguntarle sobre si presentaría el ENARM de nueva cuenta, contestó que tendría que pensarlo muy bien, pues “¿qué nos asegura que para este año mejore la situación?”
“Son libres de declinar”
Por su parte, el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, ha declarado que los médicos que se rehúsen a realizar su especialidad en Cuba tendrán que presentar el próximo año una vez más el ENARM.
“Esto es lo que hay. Si estas personas decidieran tomar las plazas disponibles en la República de Cuba, pues sería magnífico. Si es que esto les convence, pero son libres de declinar y si quieren estudiar una especialidad médica en México, el próximo año pueden desde luego volver a concursar en el examen”, enfatizó el epidemiólogo.
Asimismo, puntualizó que el número de plazas es finito y que los interesados deben seguir las reglas del programa de residencias médicas, el cual contiene las mismas normativas que en años anteriores.
Ese mismo día, un grupo de médicos entregó una propuesta a la Secretaría de Salud para que se respete la plaza en México que obtuvieron en el examen, de manera que se manifestaron con carteles con las consignas “Más plazas para México” y “Fraude ENARM”.
“Siento mucho que el país nos de esta única oferta, puesto que en México tenemos carencia de médicos y especialistas y nosotros justo podríamos apoyar para poder subsanar esa carencia, pero al país se le hizo muy fácil decir ‘es la única solución, váyanse’”, lamentó el Dr. Rodríguez. (Fuente: infobae.com)