CIUDAD DE MÉXICO.– La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó que el Fondo Nacional de Fomento Turístico (Fonatur) no aclaró 156 millones 106 mil 025 pesos para la construcción del Tren Maya.
La Auditoría reveló en la tercera entrega de la Cuenta Pública 2019 que de los más de 156 millones de pesos sin aclarar, 20 millones 716 mil 232 pesos corresponden al rubro de Financiamiento y Erogaciones.
Además, detectó que Fonatur no justificó por qué adjudicó el contrato número C-TM-008/2019 para realizar los servicios de ingeniería básica del proyecto, también detectó duplicidad en pagos del personal directivo y técnico por al menos 8.8 millones de pesos.
La ASF expuso que la dependencia tampoco justificó su participación en dos acuerdos que suscribió con ONU-Hábitat y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) sobre el diseño del proyecto del Tren Maya.
A ello se suma que el fondo no comprobó los resultados de los acuerdos, por lo que alertó de un posible daño.
“Se presume un probable daño o perjuicio, o ambos, a la Hacienda Pública Federal o al patrimonio del Fondo Nacional de Fomento al Turismo por un monto de 20,716,232.50 pesos, por no acreditar la recepción de los entregables de la Asistencia Técnica para la Ejecución de la Fase 1 del Proyecto denominado Tren Maya”, concluyó la ASF.
El Tren Maya es una de las construcciones que cuentan con más apoyo del Presidente Andrés Manuel López Obrador, complementa vías férreas existentes y nuevas para conectar los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. El Gobierno federal contempla 1,460 kilómetros y siete tramos como puntos de convergencia.
El tren fue dividido en dos fases: la primera de ellas cuenta con contratos activos y tiene una longitud de aproximadamente 726 km correspondiente a la vía existente que actualmente administra el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT). Este segmento abarca los primeros cuatro tramos que inician en Palenque (Chiapas) y pasan por Escárcega (Campeche), Calkiní (Campeche), Izamal (Yucatán) y finaliza en Cancún (Quintana Roo).
La segunda fase se trata de un fragmento que aún no se construye y que incluirá los siguientes tres tramos que pasarán por Tulum y Bacalar en el estado de Quintana Roo, y termina en Escárcega de Campeche en donde se conectaría con la primer etapa atravesando zona selvática. Hay muy poca información precisa sobre cómo ocurrirá.
El Tren Maya pasará por reservas de la biosfera que actualmente se encuentran amenazadas por plantaciones industriales de palma aceitera y soya, incendios forestales, tala y tráfico ilegal de especies. La zona en especifico se trata de los parajes de la Selva Maya y parte de los bosques tropicales de la región. (Fuente: Sin Embargo)