Por Itzel Chan
MÉRIDA, MX.- NoFap es un movimiento fundado desde 2011 en el que a través de foros comunitarios en la web, jóvenes de habla hispana se unen para abandonar su adicción a la masturbación y consumo de pornografía, principalmente, y a estas actividades se han sumado personas del sureste mexicano.
El nombre como tal, NoFap, surgió a partir de la jerga que usan en algunos países para referirse a la masturbación y la comunidad nombrada así va cada vez creciendo, al grado que en promedio pueden conectarse más de mil 700 personas al día, todas de diferentes países para compartir experiencia.
Hasta este momento, la comunidad está compuesta por hombres, aunque cada vez son más las mujeres que muestran interés por integrarse.
Salvador, de 33 años y de origen tabasqueño, se integró a este grupo recientemente y aunque no es una actividad que comparta con todas las personas, sí considera pertinente dar su testimonio para invitar a otras personas, que como él, han generado una adicción a la masturbación.
Él tenía 12 años, estaba en primer grado de secundaria cuando se masturbó por primera vez.
“Estaba una noche en la hamaca y de repente no sé por qué me empecé a tocar el pene y me gustó la sensación, al grado tal que seguí haciéndolo hasta lograr mi primera eyaculación, la cual fue placentera y dolorosa a la vez”, compartió.
Sin embargo, esa práctica que es común entre la adolescencia, en Salvador nunca se fue, es decir, siguió masturbándose después de los 25 y de los 30 años.
El hecho de masturbarse alcanzó el grado de posible adicción, reconoce.
“Cuando quería parar, mi cerebro seguía pidiendo esa recompensa, como toda adicción. Lo máximo que logré fue un mes sin masturbarme, pero no resistí y seguí”, agregó el joven.
Para las personas que pasan por la misma situación que Salvador, incluso el hecho de tener pareja no es impedimento, ya que la masturbación es independiente.
“Me di cuenta que era adicto cuando comencé a masturbarme en los baños de la escuela y luego del trabajo, así como no tener una sexualidad sana. No sentir placer sino dolor durante el sexo (vaginal y oral) y fingir que lo disfrutaba. Comencé a sufrir de eyaculación precoz y disfunción eréctil muy joven. Incluso llegué a automedicarme sildenafil, generando reacciones muy fuertes como dolores e irritación de ojos”, narró.
Al reconocer que el deseo de masturbarse en cada oportunidad posible, ya le causaba algún tipo de problema, él decidió ir a terapia psicológica, proceso que dejó a medias porque él quería resultados más rápidos.
De forma autodidacta, comenzó a buscar videos y artículos al respecto y en el camino descubrió el “NoFap”.
“Noté que están metidos muchos hombres de todas las edades que son adictos a la pornografía (no es mi caso) y a la masturbación, teniendo testimonios similares a los míos e incluso más complejos”, señaló.
El hecho de compartir experiencias de manera frecuente, a Salvador le ha permitido comprender razones por las que él y personas como él han llegado a este grado de posible adicción.
“Comprendo muchas cosas que padecía y no sabía por qué, tales como depresión, insomnio, disfunciones sexuales, pereza social, etcétera. Sé que es una adicción que se puede superar, como cualquier otra, solo hay que actuar en consecuencia”, reconoció.
Para Salvador, encontrarse con personas que hablan el mismo lenguaje y entienden la circunstancia desde la vivencia, le hace sentirse acompañado.
“Me genera empatía para sobrellevarlo y que el ‘NoFap’ de ser un reto, se convierta en un estilo de vida. Con esto, quiero dejar claro que no se trata de ser antiporno o antimasturbación. De hecho, el estilo de NoFap busca que tengamos una sexualidad sana y placentera”, explicó.
Para el joven es importante recalcar que NoFap no es un grupo con tintes morales o religiosos, sino al contrario, lo que buscan es hablar abiertamente sobre la sexualidad y cómo se ejerce.
La sexóloga Varenka Cogordan, quien radica en Yucatán, precisó que cuando se habla de adicción en algún tema sexual, como masturbación, el uso de pornografía, la visita a casas de citas, ir a centros nocturnos, consumir prostitución o exhibirse, desde la psicología y sexología se aborda como una especie de Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).
“Esto porque es un componente que lleva a pensamiento recurrente, todo el tiempo están pensando y hacen la conducta compulsiva, no pueden detenerse y piensan en ello todo el tiempo”, explicó.
La especialista comentó que hay personas que cuando tienen este tipo de comportamientos en exceso, ya comienza a afectarles en el aspecto laboral, académico y social, pues hay quienes faltan o dejan de salir de casa.
Varenka ha tratado estos casos y ha detectado que hay quienes atraviesan esta situación debido a secuelas de sucesos traumáticos de la infancia.
“Los hombres cuando son adultos no pueden hablar de esos temas y la masturbación se vuelve tabú porque no lo llega a saber ni su pareja”, indicó.
Sobre estas conductas, lo preciso es que las personas reconozcan que enfrentan esta problemática y después busquen ayuda, ya sea a través de terapia o con NoFap. (Noticaribe)
Comentarios en Facebook