Por Rafael Briceño

CHETUMAL, MX.- Tras reconocer que las opiniones están divididas en cuanto al retorno presencial a clases, el delegado para la región sur-sureste de la Asociación Nacional de Padres de Familia, Sergio Acosta Manzanero, aclaró que en estos momentos la exigencia surge principalmente de escuelas particulares que se han visto afectadas por la disminución de su matrícula educativa y en su economía.

Dijo que en estos momentos es necesario escuchar todas las propuestas en cuanto a la necesidad de vacunación del sector educativo y canalización de recursos para habilitar escuelas que han sido vandalizadas y la adecuación de planteles con el equipo que permita implementar los protocolos sanitarios.

Consideró factible que el regreso presencial a clases sea a partir de agosto, con el inicio del próximo ciclo escolar, aunque todo dependerá del color del semáforo sanitario, el avance en la vacunación del personal educativo y la adecuación y habilitación de los planteles para garantizar la salud.

Explicó que las peticiones de regreso presencial a clases provienen, en un 90 por ciento, de escuelas particulares que se han visto afectadas por la pandemia “que, en el caso de Quintana Roo han manifestado su disponibilidad de invertir para adecuar sus instalaciones y garantizar el regreso seguro de sus estudiantes, cuya matrícula disminuyó por la migración a escuelas públicas”.

Indicó que, en forma preliminar, las escuelas particulares han optado por convertirse en Centros de Atención Comunitarios para recibir los apoyos destinados por el gobierno federal.

De los un mil 210 planteles que funcionan como Centros de Atención Comunitaria, el 80 por ciento son escuelas particulares, explicó.

Acosta Manzanero, anticipó que los próximos dos meses servirán para el mantenimiento de los planteles y el rescate de unos 150 que fueron vandalizados durante esta pandemia, mientras están a la espera de la llegada de más vacunas que permita atender la necesidad de los maestros, administrativos y personal de apoyo de las escuelas.

Explicó que se pretende que en cada aula sean atendidos entre 10 y 12 alumnos para guardar la sana distancia, para la cual se requiere la participación activa de los comités de sanidad que funcionarán según el acuerdo publicado para el retoño seguro a clases.

Además se ha platicado con la Sociedad de Padres de Familia de unos 300 planteles para que los recursos destinados por la Federación sean utilizados para la ampliación de la infraestructura hidráulica que permita la colocación de lavamanos en la entrada de los planteles y en puntos estratégicos para atender, un promedio de 20 alumnos.

Afirmó que no se puede acelerar el proceso de retorno presencial a clases si no se cuenta con la infraestructura para cumplir con los protocolos sanitarios “porque sería lamentable que maestros y estudiantes se contagien y se tenga que cerrar nuevamente las escuelas”.

Sin apresurarse, hay que poner manos a la obra e invertir más en educación para cuidar a niños y personal educativo, enfatizó.

El delegado para la región sur-sureste de la Asociación Nacional de Padres de Familia reconoció que en Campeche, donde prevalece el color verde del semáforo, la opinión de los padres de familia se encuentra dividida en cuanto al retorno presencial a clases “porque no hay suficientes vacunas para el sector educativo que se encuentra dentro los grupos considerados de alto riesgo”. (Noticaribe)

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