CHETUMAL, MX.- El COVID-19 no sólo ha generado enfermedad y muerte, además de paralizar la economía, sino que también ha causado estrés y depresión en muchos, por el confinamiento, la incertidumbre en salud y la caída en ingresos. Como muestra de ello, el Centro de Integración Juvenil (CIJ) de esta ciudad tuvo un récord de atenciones a personas con problemas emocionales en 2020, sin relación con abuso de sustancias.

Salvador Aceves Fajardo, psicólogo del Centro de Integración Juvenil en Chetumal, comentó que en previsión de la afectacion en la salud mental que generaría la pandemia, desde marzo del año pasado implementaron a nivel nacional una línea de atención para personas con estrés, derivado del confinamiento.

Fue un pronóstico acertado, el CIJ pasó de atender a 158 personas por estrés en 2019 a 439 personas en 2020, un aumento de casi el triple (277%)

“En especial, vimos el aumento en los primeros meses, en el periodo de adaptación en que se dejó de ir a la escuela o dejó de trabajar”, explicó el experto. “Continuamos de esta forma, por vía telefónica, redes sociales o por videollamada”.

El psicólogo dijo que es normal sentirse de mal humor o desesperado por estar encerrado, lo que puede derivar en riñas o cuadros depresivo.

Afortunadamente, al relajarse las medidas sanitarias y ser reiniciadas las actividades económicas, esta demanda comenzó a disminuir, a partir de noviembre del año pasado.

A nivel nacional, añadió Aceves Fajardo, hubo un incremento en alcoholismo de un 15%, también derivado de la pandemia del COVID-19.

“El CIJ no ha cerrado, trabajamos tod el año cuidando las medidas, con atención presencial en horario limitado, pero también a través de la línea telefponica o videollamada”, declaró. (Agencia SIM)

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