Por Itzel Chan

MÉRIDA, MX.- Ante la solicitud de diversos ciudadanos en Mérida para que ya no sean permitidos los recorridos en calesas jaladas por caballos, los responsables de estos servicios, aseguran que no promueven el maltrato animal, al contrario, afirman que los animales son parte de sus familias.

En Mérida, es acostumbrado todavía que algunas personas, con un fin turístico, usen a los caballos para que jalan calesas y así sea posible recorrer diversos puntos de la ciudad.

Sin embargo, se han reportado desmayos de caballos e incluso, el pasado mes de diciembre también denunciaron el caso de una persona que colocó luces muy cerca de los ojos del animal.

Ante las diversas denuncias, hoy salieron caleseros a desmentir que se trate de maltrato animal el que realizan.

“Nos acusan de maltrato animal, pero son mentiras. El caballo no trabaja todo el día ni todos los días, sólo unas siete a ocho horas con días saltados”, afirmó Eduardo de Jesús Echeverría Navarro, quien forma parte de la Asociación de Caleseros.

Incluso, indicó que tienen acuerdos con la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) para que reciban atención médica, al mismo tiempo para que lleven un manejo adecuado de alimentación.

“Le llaman maltrato animal al ver al caballo trabajando, pero está físicamente capacitado, sano. Las verificaciones se hacen los miércoles y en la Facultad de Veterinaria, pero por la pandemia está cerrado”, especificó.

Incluso, dijo que son rumores las afirmaciones que han hecho personas sobre el trato hacia los animales, pues indicó que los caballos que ellos tienen en su dominio son atendidos desde hace ocho años aproximadamente y que cuentan con certificados médicos que avalan el estado de salud de los animales.

“Nos preocupa la salud de los caballos, nos dedicamos a esto de generación en generación, en mi caso desde mi bisabuelo. Los caballos son de nuestra familia, nacimos entre las patas de un jamelgo”, apuntó.

Asimismo, afirmó que las asociaciones de animalistas los han criticado y juzgado y sobre todo, sus opiniones hacen que se vean afectados económicamente.

Resaltaron también que las calesas son una tradición en Yucatán, por lo cual deberían continuar, ya que es también parte de las actividades turísticas de la ciudad.

“Los animalistas tienen una bandera de un accidente de un camión hace ocho años que se voló el alto y murió el caballo. Otras fotos en que cae el caballo y dicen está sofocado, pero no, nosotros mismos hemos tropezado. Pero son casos aislados. Cuando cae un caballo se retira del trabajo y ese mismo día se localiza al médico. No existe el maltrato animal, es ideología de un grupo de personas que nos satanizan”, añadieron.

La razón por la cual aseguraron que no usan calesas eléctricas hasta el momento es porque tienen costos hasta de 800 mil pesos.

Hasta el momento son 75 familias de Mérida las que viven de esta actividad.

La Red Animal de Yucatán ha denunciado en diversas ocasiones que las calesas jaladas por caballos ya no deberían existir.

En Mérida, a diferencia de Motul y Progreso en donde las calesas son eléctricas, todavía se usan caballos, por lo que protectores de animales han denunciado infinidad de ocasiones que los actos deberían detenerse, pues las largas horas en el Centro Histórico bajo el sol se traducen en crueldad animal.

Raúl Argáez Ortega, representante de Un Millón de Esperanzas a nivel nacional y vocero de la Red Animal Yucatán ha hecho hincapié sobre las exigencias que realizan a las autoridades del estado para que tomen cartas en el asunto. (Noticaribe)

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