CANCÚN, MX.- Para la ambientalista Aracely Domínguez este 22 de abril, Día Internacional de la Madre Tierra, “no hay nada que celebrar, y sí mucho que lamentar”, pues Quintana Roo continúa por la senda de la deforestación y de la contaminación de sus mantos acuíferos, pese a todos los discursos y andamiaje legal, principalmente porque las autoridades han sobrepuesto los intereses económicos a los ecológicos.

“Desafortunadamente, las políticas de los tres niveles de gobierno han sido muy malas, han prevalecido los intereses políticos y económicos”, aseguró.

Dijo que desde hace varios años se deforesta en la selva para construir desarrollos inmobiliarios, sin hacer un equilibrio ecológico.

Otro problema grave, dijo, es la contaminación de los mantos acuíferos, muchas veces propiciada por el surgimiento de asentamientos irregulares, cuyos residuos sólidos y líquidos van a parar a los cenotes y cuerpos de agua.

De igual manera, consideró urgente crear iniciativas y políticas para mejorar el manejo de los desechos.

“Yo creo que debería de haber obligatoriedad para todos los ciudadanos de hacer separación de desechos y de reciclar lo que se pueda reciclar”, apuntó.

Reconoció que antes de la pandemia se había logreado avanzar en el tema de la eliminación de bolsas de plásticos y envases un solo uso, pero por la contingencia se regresó a esta práctica para prevenir contagios de COVID-19.

Para finalizar, la ambientalista exhortó a toda la población en general a tomar conciencia y ser más responsables con nuestros ecosistemas. (Agencia SIM)

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