MICHOACÁN, MX.- “Urge que vuelvan a pasarle una lupa a todos los candidatos de Tierra Caliente”. De esta forma el periodista y especialista en narcotráfico, Óscar Balderas advierte la infiltración del narco en la contienda electoral en Michoacán, publicó infobae.com.
En las elecciones —próximas a celebrarse el 6 de junio— el crimen organizado se ha dejado ver de diferentes formas. La más reciente tiene aspecto de mujer y hace campaña política en Aguililla. Mary Zavala, candidata de Morena a la alcaldía de esta región, ha sido señalada de presuntamente pertenecer al cártel de Los Viagras.
La querella, que ya está en el escritorio de la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales, advierte que la aspirante sería la jefa de sicarios del grupo criminal, que ha formado junto con otras células delictivas locales la agrupación Cárteles Unidos.
Mary Zavala, una exempleada del municipio de Aguililla es madre de Cristian Revueltas Zavala, sucesor natural del líder criminal identificado como el Pantano, abatido en octubre de 2020. Según los reportes, Revueltas Zavala sería el encargado de los narcolaboratorios asentados en aquel lugar.
Además, algunos medios locales han difundido que Zavala ha mantenido relaciones sentimentales con sujetos acusados de homicidios, desapariciones forzadas, secuestros y extorsiones en la comunidad de El Limoncito.
El medio Emeequis ha publicado que por lo alto de la familia Zavala se encuentra César Sepúlveda Arellano, el Boto, quien resultaría responsable de operar la candidatura de Mary Zavala en Aguililla.
Aguililla —limítrofe con el estado de Jalisco— es uno de los municipios donde habrá elecciones el próximo 6 de junio. Desde hace meses ha sido fuertemente golpeado por el crimen organizado. El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Cárteles Unidos han mantenido una disputa por el control del territorio, que ha sido situado como uno de los más violentos del país.
Los miembros de Cárteles Unidos en Aguililla gozan de la impunidad gracias a sus relaciones políticas. Su interés en la contienda electoral es porque ahí está asentado el corazón de su poder criminal, además, están muchos de los laboratorios clandestinos que les permiten cocinar los precursores químicos que son enviados a Estados Unidos como opioides.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha pedido insistentemente que la ciudadanía vote por los candidatos de su partido porque así se garantizará el proyecto de su gobierno; sin embargo, muchos de esos aspirantes son abanderados de grupos criminales.
Tal es el caso de Rogelio Portillo Jaramillo, candidato a la alcaldía de Huetamo, Michoacán, uno de los fugitivos más buscados por la Administración del Control de Drogas (DEA) acusado de conspiración para distribuir narcóticos en EU. (Fuente: infobae.com)