Por Itzel Chan
MÉRIDA, MX.- La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación confirmó ayer la suspensión definitiva de la granja porcina de la empresa “Producción Alimentaria Porcícola” (PAPO), luego de que habitantes de Homún se opusieran a este proyecto que aseguraron sólo traería contaminación al suelo y al acuífero, situación que fue dada a conocer a nivel nacional por  niñas y niños de este pueblo maya.
Luego de esta resolución que fue emitida en lo que se proporciona una solución definitiva, la granja deberá permanecer cerrada hasta que se resuelva el juicio de manera definitiva.
Ministras y ministros dieron a conocer la suspensión definitiva del proyecto que ha estado en dilema en los últimos años en Yucatán.
En este sentido, la decisión de la SCJN le dio la razón de nueva cuenta al pueblo maya de Homún, en especial a  niños y niñas mayas que en este caso encabezaron una demanda en contra de la empresa que dirigía el proyecto.
Fue en 2018 cuando a través de un amparo lograron detener la granja que para entonces contenía 49 mil cerdos.
El grupo Indignación ha sido uno de los que ha seguido el caso e incluso dieron a conocer que en diciembre de 2019, la empresa de la mega granja contrató al abogado particular de dicha jueza, Pedro Carvajal y lo nombró apoderado legal, por lo que él logró que el caso lo turnaran al Juez Número 2 del Distrito, quien anteriormente se mostraba a favor del proyecto.
Ante esta situación, Indignación y los habitantes de Homún solicitaron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que reconociera la trascendencia de este caso.
Una de las razones por las que consideraron  que una granja de cerdos no va de la mano con lo que ellos han proyectado es porque buscan tener armonía con el medio ambiente.
De igual forma se han opuesto a este proyecto porque desde 2013 esta zona fue declarada como Área Natural Protegida (ANP), ya que Homún forma parte del anillo de cenotes y es este sitio el que presenta mayor vulnerabilidad.
Además, el municipio está justo a un costado de la laguna de Yalahau, también ANP y ambos sitios tienen denominación Ramsar, es decir, son áreas que han sido reconocidas internacionalmente de acuerdo a los criterios establecidos por la “Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional Especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas”.
En los últimos 20 años se han instalado en la Península de Yucatán alrededor de 257 granjas porcícolas, por lo que se ha registrado que para su construcción se han deforestado cerca de 10 mil 997 hectáreas de vegetación, además de que en conjunto son capaces de generar en un año la cantidad de Dióxido de Carbono (CO2) equivalente a las emisiones de tres millones 662 mil 130 vehículos en México, esto de acuerdo con estudios que ha realizado la organización Greenpeace.
Asimismo, del total de las granjas porcícolas, fue posible identificar que sólo 22 cuentan con estudios respectivos a una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), por lo que muchas de ellas operan fuera de la ley, circunstancia que el gobierno ha sido omiso en combatir. (Noticaribe)
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