RIVIERA MAYA.- ¿Cuánto cuesta el agua?, es la pregunta fundamental que debemos hacernos para valorar la importancia de ejercer una mejor gestión del agua, en un destino como la Riviera Maya en donde más del 90 por ciento del producto Interno Bruto (PIB), depende directamente de las actividades económicas relacionadas con el agua, destacó la maestra Beatriz Barreral, miembro de la junta directiva – GSTCouncil en su ponencia “¿Cuánto Cuesta el Agua?
Como parte de los trabajos del Foro del Agua y Medio Ambiente, cuyo tema central es La Restauración de los Ecosistemas, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, organizado por la empresa concesionaria de agua, Aguakan, la profesional de la gestión del agua planteó la inquietante pregunta, como punto de partida para valorar este recurso y saber cómo tratarla.
Destacó que para lograr el objetivo, es necesario medir, pero con estándares internacionales y es por ello, explicó, que en la organización Riviera Maya Sostenible, de la cual, la empresa es parte, hace ya años que se tomó la decisión de hacerlo.
“Pero con estándares internacionales, no con estándares de este país en donde “parece” que cada quien se acomoda a como medimos, o algunos sectores se acomodan”; así, explicó, la organización Riviera Maya Sostenible tomó la decisión de medir con los criterios de Turismo Sostenible, una iniciativa del Consejo Global de Turismo Sostenible, una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tendiente a marcar los criterios mínimos de medición.
En ese punto, Barreral destacó que el Turismo, como una de los motores económicos más importantes del mundo, está obligada a cumplir con los 17 objetivos del Desarrollo Sostenible, sus metas e indicadores y que la mejor forma de hacerlo, como primer paso, es medir.
¿Cómo medimos?, se preguntó previo a iniciar la descripción de las actividades que se realizan para cumplir con el objetivo y ubicó al año 2009 como el punto de partida de las actividades tendientes a cumplir con los objetivos; en el 2013 reciben la primer evaluación de la GSTC en donde el resultado es negativo (reprobados) en gestión y gobernanza, al medir resultados ya con los criterios internacionales.
A partir de ese resultado, Riviera Maya Sostenible y con el objetivo de la Mejora Continua, toma la decisión de certificarse, a través de un mecanismo denominado “Early Adopter” en al cual, 14 destinos a nivel mundial logran medirse con criterios globales de turismo sostenible.
Entonces, a través de reuniones tendientes a la certificación, en el año 2016 comienzan los trabajos de certificación con el proceso Earthcheck, “Medir para Mejorar”, organismo acreditado por la GSTC, que mide 250 indicadores.
Con esos trabajos, en el 2018 se logra obtener el estatus “Bronce”, como parte de los resultados del BenchMarck “reporte de áreas críticas”. El área de estudio es un polígono de más de 18 mil hectáreas en la Riviera Maya, donde se incluye el área desarrollada de Playa del Carmen y la reserva ecológica.
El objetivo de medir, es el punto de partida para la determinación científica de evaluación y determinar qué hacer para lograr los estándares internacionales en materia de desarrollo sostenible, es, explica, un proceso permanente y que incluye a un grupo de actores comprometidos con la mejora permanente del destino.
Al obtener la primera evaluación, destaca el hecho de que, en Playa del Carmen sólo se trataba el 31 por ciento de las aguas extraídas, por lo que “aquí comenzó nuestra gran travesía para descubrir la ‘caja de pandora’, en donde Aguakan ha tenido mucho que ver, por lo que hoy, agradecemos públicamente a Aguakan por toda la capacidad y paciencia que ha tendido para enseñarle a Riviera Maya Sostenible cómo se gestiona el agua, cómo se gestiona deadeveras y nos ha permitido entrar al mundo de la gestión del agua desde el sistema nacional que es Conagua”, destacó.
A partir de determinar el cómo investigar los datos para tener un panorama real de la problemática, la organización Riviera Maya Sostenible, se encontró con que sólo un 8 por ciento del agua que se gestiona en el destino está registrada, el resto corresponde a datos que la Comisión nacional del Agua no ha hecho públicos y que, la organización, con la participación de los actores visibles y con capacidad de acción se ha dado a la tarea de investigar.
Lo que tenemos hoy, es un plan de acción, con datos reales en la medición del impacto en la calidad y cantidad del agua que se gestiona en diversos usos.
El punto de partida y elemento permanente de la Mejora Continua, es la posibilidad de medir de forma permanente los resultados, el impacto, con el objetivo de seguir replanteando los planes de acción.
Por ello, la investigadora destacó en su ponencia la participación de gobiernos, organizaciones civiles y empresarios en ese proceso de mejora continua que, sin el elemento de la evaluación permanente, no sería posible. (Agencia Noticaribe)
