Por Itzel Chan
MÉRIDA, MX.- Luego de dar a conocer el caso del docente David Santoyo que usaba la materia de Cultura Maya en la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) para obligar a sus estudiantes a leer la biblia y les realizaba exámenes con base a dicha lectura, la Facultad de Economía envió una circular en donde anuncia que la asignatura queda suspendida y que el docente ya no estará a cargo.
A través de un comunicado interno, Jorge Herrera Abeille, consejero alumno en el periodo 2021-2023 de la Facultad de Economía la UADY, dijo que el director de esta área, Luis Alberto Araujo Andrade informó sobre dos decisiones.
Una de ellas es que se dio por concluida la asignatura ‘Cultura Maya’, en la licenciatura de Economía en el semestre en curso y que dicho profesor ya no impartirá esta y la asignatura de ‘Responsabilidad Social Universitaria’ en semestres posteriores.
Sin embargo, estudiantes solicitan que haya mayor claridad en este comunicado, pues no especifican si el docente fue dado de baja de la escuela o no o sólo ya no impartirá las materias.
El pasado 25 de mayo, Valente Saavedra, un estudiante de la licenciatura en Economía compartió en sus redes sociales evidencia de las actividades que realizaba este docente, es decir, de manera explícita les llegó a aplicar preguntas relacionadas con lecturas bíblicas.
De igual forma, hay quienes afirman que en sí el docente profesaba de manera abierta su cristianismo mientras impartía clases, puesto que hasta les compartía canciones cristianas durante las sesiones.
La organización estudiantil Uady Sin Acoso retomó el caso y exhortó a la universidad a tomar cartas en el asunto, sobre todo porque en 2019, un alumno de la licenciatura de Comercio Internacional de la misma Facultad denunció ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Yucatán (Codhey) al mismo profesor debido a comentarios antisemitas.
Estudiantes han denunciado también que este docente tiene denuncias sobre acoso, además de realizar comentarios homofóbicos con frecuencia.
En cada uno de estos casos, la universidad no ha hecho nada, por lo que piden que la institución tome en cuenta más la voz de los estudiantes y sobre todo, se comprometa a cumplir con cabalidad los protocolos de no discriminación, una universidad sin violencia y que ofrece una educación laica.
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