PUERTO MORELOS, MX.- Dentro de poco iniciarán las primeras pruebas de un novedoso sistema que permitirá aumentar la efectividad del buque sargacero de la Secretaría de la Marina, al ser auxiliado con un “embudo” formado por dos barreras, atadas a cada extremo con una embarcación menor, para llevar el sargazo en un rango de kilómetro y medio directamente a las bandas de este navío.
Esto lo reveló el diputado federal Luis Alegre Salazar, quien la semana pasada visitó el muelle fiscal de Puerto Morelos para sostener una reunión con el contralamirante Alejandro López Centeno, coordinador de la Estrategia Nacional para la Atención del Sargazo.
En entrevista, el legislador federal explicó que él lleva cuatro años revisando temas de sargazo, al haber formado parte del grupo de obras e infraestructura del entonces precandidato Andrés Manuel López Obrador, en donde se revisaron distintos proyectos, como el Tren Maya, pero además el sargazo.
La Semar cuenta con un buque de 50 metros de longitud, el Natans, que fue requisado por el SAT y donado a la Marina, para ser acondicionado para la recolección de sargazo.
Este barco cuenta con unas bandas especiales para la recolección de sargazo en su popa, que se accionan cuando marcha en reversa, una vez que localiza una mancha de sargazo.
Para mejorar la efectividad, la propuesta es que se le añada a cada lado una barrera antisargazo, similar las colocadas en costas quintanarroenses, las que serían guiadas por una embarcación menor en cada extremo. De esta forma, se crearía un “embudo” que llevaría todo el sargazo en un kilómetro y medio de ancho hacia estas bandas recolectoras.
Además, se le añadirá al buque un globo con una cámara, para elevarla a 60 metros de altitud, para así poder ver desde más lejos los manchones de sargazo y ser más eficiente en su posicionamiento.
Luis Alegre comentó que un tema más complicado es ver qué hacer con el sargazo, porque el traerlo a tierra, para ser trasladado en volquetes hacia algún depósito con geomembrana, tiene un costo superior al que implicaría exprimirlo en altamar, para aligerarlo del agua que contiene, para luego meter este sargazo deshidratado en bolsas biodegradables y lanzarlo al fondo del mar.
“El sargazo nace, crece y muere en el mar, ese es su ciclo natural; en su trayecto hacia Quintana Roo, va dejando mucho sargazo muerto. No estamos alterando este ciclo”, defendió el legislador.
El sargazo es una especie de alga que ha existido desde hace miles de años, pero es en últimos años que ha aumentado en su población. Este crecimiento ha aumentado su área de desplazamiento, y ha hecho que una “orilla” de este círculo de desplazamiento, siguiendo las corrientes, chocara con Quintana Roo, lo que significa el recale de miles de toneladas.
Como la población de sargazo se duplica cada 18 días, el atajarlo en altamar significa interceptarlo antes de que se multiplique.
“Si acá llegan un millón de toneladas, al rastrearlo a 18 días de trayecto te topas con 500 mil toneladas, si avanzas otros 18 días antes de camino, ya es 250 mil toneladas, y así continúas”, comentó.
Esto implicaría eventualmente llegar hasta aguas internacionales para atajarlo cuando es manejable, lo que requerirá una coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores. Ya existen reuniones con embajadores de países como Estados Unidos, Brasil, Francia e Inglaterra, para lograr soluciones conjuntas.
Cuestionado sobre las críticas por parte de los empresarios hacia los esfuerzos federales, el diputado admitió que es costoso y poco eficiente recolectar el sargazo en tierra, además de causar daños por el retiro de arena, y los lixiviados. De ahí la importancia de enfocar esfuerzos en la captura en altamar. (Agencia SIM)