CHIHUAHUA, MX.- Beira Jacqueline es una universitaria de 21 años cuya vida cambió su cuando alguien traicionó su intimidad y difundió sin su consentimiento fotografías donde aparece semidesnuda, publicó laverdadjuarez.com.
“Me sentí violada”, recuerda la estudiante, de quien se omiten apellidos para su protección. “Fue algo muy fuerte para mí, algo que jamás pensé que a mí me iba a pasar”.
Las imágenes que había compartido con su expareja fueron distribuidas en grupos de redes sociales de estudiantes de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), donde ella estudia Veterinaria. Rápidamente se esparcieron por el internet.
“Ver comentarios de gente que no conocía, opinando sobre mi cuerpo, fue algo muy fuerte”, recuerda la universitaria; y desde hace más de un año exige castigo para quien atentó contra su intimidad sexual, práctica conocida como sexting.
Sin embargo, aun cuando compartir material de carácter sexual sin el consentimiento de las personas es un delito en el estado de Chihuahua, desde mayo del 2017, el caso de Beira Jaqueline sigue sin justicia.
Ella señala por estos hechos a cuatro personas: su expareja, a dos compañeras de Veterinaria y a otra, de la carrera de Mecatrónica, estas últimas son alumnas de la UACJ.
Cuenta que tras la publicación de sus fotografías íntimas denunció ante la Fiscalía Especializada de la Mujer (FEM), en abril del 2020, y llevó su acusación directamente ante el rector de la universidad, Juan Ignacio Camargo Nassar, pero hasta ahora sus agresores siguen sin castigo.
“No han atendido mi denuncia”, expresa la víctima con un tono de decepción en su voz.
La Fiscalía no contestó a la solicitud de información sobre el estatus de la denuncia de Beira Jacqueline, identificada con el número 13033/2020. La UACJ respondió con una declaración del director de Instituto de Ciencias Biomédicas, Salvador Nava, quien asegura que se le está dando seguimiento al caso denunciado por la universitaria.
“Se sometió al H. Consejo Técnico su denuncia y la Comisión del Consejo le está dando seguimiento, inclusive (la víctima) ya fue entrevistada. Se han estado entrevistando con las partes involucradas, estamos en espera del dictamen”, informó en una declaración entregada luego de la publicación de esta historia.
El Código Penal del Estado de Chihuahua establece, en su Artículo 181 bis, que a quien robe u obtenga de una persona imágenes, textos, grabaciones de voz o audiovisuales de contenido erótico o sexual y las revele o difunda sin su consentimiento y en perjuicio de su intimidad, se le impondrá de seis meses a cuatro años de prisión y una multa de hasta 200 días de multa, es decir, más de 42 mil pesos.
Pero los castigos contemplados no son suficientes si no se aplica la ley y se hace justicia.
Así lo considera la universitaria, quien asegura que actualmente no solo lidia con el impacto emocional, también con la burocracia en la Fiscalía y la UACJ, donde considera no han dado seguimiento a su caso.
La estudiante dice que es muy difícil para ella seguir con sus clases y toparse con sus agresores.
“Han usado perfiles falsos, han creado cuentas con mi nombre y mi foto, han difundido mis imágenes en grupos de redes sociales, me han difamado y me han lanzado amenazas”, cuenta.
Recibió un aviso por Facebook
Comenta que todo empezó al terminar una relación que considera fue violenta y abusiva. Entonces su expareja, con quien había intercambiado fotografías en ropa interior por la mensajería de Facebook, comenzó otra relación.
La nueva pareja de su exnovio empezó lanzándole amenazas a las que no dio importancia, luego, acusa, difundiendo material para desprestigiarla.
El 27 abril del año pasado ocurrió la primera agresión, dice. En un grupo público en Facebook llamado ‘Confesiones amorosas UACJ ICB’ subieron un mensaje “donde se me difamó por completo”.
“Se me señalaba por supuestamente andar con tres personas a la vez, que tengo una enfermedad de transmisión sexual, gonorrea, y todo esto, difamándome”, recuerda. “No le tomé importancia, traté de dejarlo pasar”.
Pero la novia de su expareja se encargó de esparcirlo por internet. “Esa publicación la difundió con otras personas como si fuera algo cierto”.
Al día siguiente, prosigue en su relato, le llegaron muchas solicitudes de amistad a su cuenta, de personas que ni conocía y entre ellas detectó un mensaje de una mujer que le avisó sobre fotos suyas, en ropa interior, difundidas en un grupo público llamado ‘Olimpo Juárez’.
“El único que tenía esas fotos era mi expareja”, afirma. Ella las había enviado por mensaje privado de Facebook, pero él asegura que alguien ingresó a su cuenta y tuvo acceso a esas imágenes.
La universitaria dice que el hombre acudió de manera voluntaria ante las autoridades para que investigaran su cuenta, de donde se presume salieron las fotografías.
“Fue porque yo se lo tuve que pedir”, dice, “tuve que hablar con mi agresor para que hubiera un avance en la investigación, porque (las autoridades) no habían dicho nada, no había recibido ni una llamada y aún no ha pasado nada”.
Tampoco en la UACJ se le ha dado seguimiento, asegura. Ni el rector Camargo Nassar ni Salvador Nava, director del Instituto de Ciencias Biomédicas, al que pertenece la carrera de Veterinaria, jamás le dieron una respuesta.
Las autoridades le dicen que esto lleva tiempo, que es muy tardado. “Pero tiempo ya no tengo”, expone, “tuvieron todo un año y ni siquiera pudieron pedirle su cuenta a mi expareja para dar seguimiento de mi caso”. (Fuente: laverdadjuarez.com)