CANCÚN, MX.- Gel de manos a diario, material para desinfección y pistolas para tomar temperatura; estos son los principales requisitos para que escuelas públicas puedan retomar las clases presenciales, un reto financiero difícil de cumplir en momentos en las que muchas no tienen siquiera agua potable o electricidad.
Tal es el caso de la escuela “Amado Nervo” ubicada en la Región 259 de Cancún, una de centenares que no sabe cómo podrá costear estos insumos, cuando las autoridades ni siquiera han acudido a reparar los daños del vandalismo, tiempo en desuso y huracanes sufridos.
Fátima Zapata Camejo, directora de este plantel, explicó que desde que su escuela cerró sus puertas el 20 de marzo, fungieron dos veces como refugio y una más como casilla electoral, pero no han vuelto a dar clases. La limpieza del lugar ha quedado en manos de los padres de familia y maestros, ante la ausencia de la Secretaría de Educación, que solamente les dio unos materiales de limpieza, suficientes para un día de clases.
La educadora recordó que el año pasado, un árbol se cayó luego del huracán “Delta”, y pese a las múltiples denuncias con la SEQ y con el Ayuntamiento, fueron los propios padres quienes debieron organizarse, conseguir motosierras, y cortarlo. Temían que hubiera roto el techo, pero afortunadamente solo destrozó una sección de la barda perimetral.
Esta escuela ha sido víctima de la delincuencia tres veces, lo que los ha dejado sin electricidad, sin agua potable y sin internet. Ello, porque los saqueadores rompieron las centrales de carga, se llevaron la bomba de agua, lámparas e incluso parte el cableado.
“No podemos entregar siquiera una constancia, que necesitan los padres para becas”, lamentó la directora.
La dirección de la escuela espera que la SEQ los apoye con la restauración del cableado, pero no han obtenido respuesta hasta ahora. A los padres de familia no se les puede pedir, pues ignoran si siquiera puedan cubrir los costos de los insumos de limpieza.
“El año pasado los padres pagaron 100 pesos de cuota cada uno, que usamos para pintura. Este año veremos qué deciden, porque no están acostumbrados a pagar mucho; son todos de la clase trabajadora, taxistas, meseros, y los recursos ahora son escasos por la pandemia”, indicó.
No es poca cosa, comentó, el gel antibacterial ha subido mucho de precio, en especial con el regreso a clases, también necesitan desinfectar los salones a diario y necesitan una pistola infrarroja para cada salón, 17 en total.
Por ello, indicó, no han pedido uniformes ni nada que no sea esencial, pero queda ver si la autoridad reestablece los servicios y si pueden costear los insumos de limpieza, para así programar el regreso a clases. (Agencia SIM)