CANCÚN, MX.- Haber nadado 500 kilómetros, el equivalente a recorrer 119 maratones y ahora una última prueba, unos cuatro mil kilómetros en bicicleta, es lo que depara al alemán Jonas Deichmann, conocido como el “Forrest Gump de la vida real”, para completar la hazaña de recorrer el mundo, con el fin de recaudar recursos para apoyar a los niños de África.

“La vuelta al mundo aún no acaba, pero el desafío ya está casi listo”, expresó este hombre de hierro, que en total estará cubriendo siete veces un Iron Man, hazaña que nadie ha hecho, y para lo cual se preparó por más de dos años.

A un año de iniciar su travesía por el mundo, Jonas calificó de fantástica esta aventura, un sueño hecho realidad, y que, desde el 10 de junio, en Tijuana, Baja California, inició su ruta por México.

En entrevista con Infoqroo, con un buen español, admitió que “Forrest Gump” fue una de sus películas favoritas y hasta cierta manera lo inspiró para esta travesía intercontinental. Ya cumplido con la segunda parte del reto, se tomará unos días de descanso para reponer energías y posteriormente, culminar la última parte.

“Ya estamos en lo último, faltan cuatro mil kilómetros en bicicleta. Cruzaremos Portugal, España, Francia Suecia y hasta su natal Múnich, Alemania”, añadió y para ello le gustaría irse en barco hasta Europa, algo, sin embargo, que no será nada sencillo, por las restricciones de la covid-19 y al estar en temporada de huracanes en el Atlántico.

“Me gusta más el barco, pero si no se puede, tendrá que ser en avión”, añade Jonas, quien expresó que como era de esperar, perdió algunos kilos.

En este recorrido por el país, quedó gratamente sorprendido por la calidez de la gente y tuvo muchos momentos, como en la película de Tom Hanks, en que era acompañado de defensas de corredores, lo cual lo motivaba a seguir adelante.

“México es muy diverso, con muchas sorpresas por sus diferentes paisajes”, expresó, siendo Sinaloa y Chiapas de las zonas más difíciles por ser un terreno montañoso, y esta parte del Sureste por el clima muy caluroso y húmedo, que dificultan el recorrido.

Sin embargo, enfatizó que, al mismo tiempo, tuvo de su lado cómo lo recibió la gente, y la variada comida, en la que le tocó probar parte de la rica gastronomía, incluida la exótica como los chapulines y los gusanos, en Oaxaca, y según sus propias están “sabrosos”.

Con la barba crecida, al igual que el personaje de la película, una de las más premiadas en los Òscar de 1995, con cinco estatuillas, recordó que trabaja con una ONG que da bicicletas a niños de pequeñas comunidades de África para ir a la escuela, que está a 15 o 20 kilómetros.

“Es increíble cómo la gente me trató, cuando salí de Tijuana, nadie me conocía, pero luego se volvió noticia nacional, muchos corredores me acompañaban. Los mexicanos son muy hospitalarios y alegres”, añadió Jonas, quien en su salida de Alemania, en septiembre de 2020, nadó 500 kilómetros en el mar.

Físicamente, mencionó que se encuentra bien, no tiene lesiones, las rodillas le han respondido bien y sólo es cuestión de descansar para estar listo el próximo mes para emprender la última etapa de ciclismo en Europa.

Alrededor de las 10:30 de la mañana, Jonas llegó a la ciudad por la carretera a la salida a Mérida, se espera que a las 17 horas lo haga en la playa “Delfines”, donde se encuentra el Mirador de la zona hotelera de Cancún. (Infoqroo)

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