Por Itzel Chan
MÉRIDA, MX.- Dentro de la diversidad de variables que existen en cuanto al tema de suicidios, el psiquiatra Arsenio Rosado Franco, director del Instituto de Salud Mental de los Servicios de Salud en Yucatán, indicó que se ha observado que al menos el 50 por ciento de las personas que se han suicidado en la Península de Yucatán, ejercían o eran víctimas de violencia, por lo que el especialista precisó que esta información es importante para la creación de programas de prevención.
Para el especialista es primordial hablar no sólo del suicidio, sino también de la conducta suicida y no desde el amarillismo, sino desde la empatía y la escucha, pues sólo así es posible generar redes de prevención.
Rosado Franco expuso que la propuesta clínica y científica es precisamente identificar la conducta suicida en las personas y en este sentido resaltó que al menos en México, un millón de personas al año tienen ideas suicidas.
“Las ideas suicidas pueden ser transitorias en un adolescente, en un adulto, en una situación de alta ingesta de alcohol o en un momento disparador de crisis y si esta idea no se trabaja, puede desembocar en el suicidio y precisamente teniendo conocimiento de una conducta suicida se puede hacer un plan de seguridad”, aseguró.
Indicó que una alerta, por ejemplo, es cuando una persona tiene dolor emocional y en ocasiones se autolesiona como una forma de busca alivio.
La situación de suicidio, dijo que afecta directamente a siete personas y a otras 130 de manera indirecta.
El especialista precisó que cuando en alguna persona se identifica la conducta suicida se puede intervenir desde la empatía, desde el hecho de no juzgar, no criticar sino por lo contrario, acompañar y sobre todo ayudar a que las personas venzan el estigma de decir ‘voy al psicólogo o voy al psiquiatra’.
También expresó que es importante que cualquier persona que exprese de forma previa el deseo de muerte, es importante atenderle.
Por otra parte, dijo que la mayor parte de los casos de personas que se suicidan en Yucatán, tienen alcohol en la sangre y esto se ha estudiado de manera que se concluye que si una persona tiene conducta suicida y consume alcohol, el riesgo de terminar con su vida aumenta siete veces más en las próximas 24 horas.
La diferencia de suicidios entre hombres y mujeres es de 5 a 1, siendo mayoría en la población masculina que concreta el acto.
“Hay mucho trabajo con las masculinidades porque en el caso de los hombres, hay quienes beben alcohol para resolver sus problemas. Por ejemplo, vemos que el 50 por ciento de las personas que se suicidaron ejercían o vivían violencia”, dijo.
De igual forma, otro factor que se estudia actualmente es que una conducta suicida se origina a raíz del estrés post traumático que se concibió a partir de una vivencia de violencia sexual en la infancia.
Para el especialista, a pesar de tratarse de un problema de salud pública, especificó que hay otros factores que de igual forma influyen, tal como la crisis económica, la falta de acceso a servicios de salud, la lucha contra el estigma estructural sobre la psicología y la psiquiatría.
Flor Díaz Barrancos, presidenta del Colegio de Psicólogos de Campeche, dijo que tan sólo el mes de agosto se registraron 60 suicidios en el estado y en septiembre fueron 66.
“La tasa de suicidio se da más en los hombres y en el caso de las mujeres, aunque lo intentan no lo consuman”, señaló.
En Campeche, los municipios con mayor tasa de suicidio son Carmen, Champotón y Candelaria, pero Díaz Barrancos precisó que una problemática detectada es que cuando hay un intento de suicidio, las familias no reportan los casos, lo que evita que haya un seguimiento para dar puntual atención.
Los especialistas, al mismo tiempo, piden a las personas que sepan de alguien que tiene conducta suicida, que se acerquen con empatía a ofrecer su apoyo y también pueden pedir orientación en el Colegio de Psicólogos de cada estado de la Península de Yucatán o a instancias de la sociedad civil. (Noticaribe)