CIUDAD DE MÉXICO, MX.- La mudanza de la Secretaría de Salud (SSa) a sus nuevas instalaciones en Acapulco, Guerrero, como parte del programa de descentralización de dependencias del gobierno federal, se vive entre la incertidumbre en torno al proceso y las inconformidades por parte de la mayoría de los trabajadores, publicó expansion.politica.mx.

Testimonios recabados afuera de la sede de la secretaría, ubicada a un costado de la Puerta de los leones del Bosque de Chapultepec, señalan que los funcionarios de la SSa no han recibido suficiente información sobre el cambio, mientras que algunos empleados solo contestaron que tienen “estrictamente prohibido” hablar del tema.

Entre quienes sí accedieron a tocar el asunto predomina la molestia, pues consideraron que si bien Acapulco es un destino atractivo, también deben tomarse en cuenta factores como la inseguridad en el puerto y que para las familias no es sencillo cambiar de vida de la noche a la mañana.

El compromiso 54 de AMLO

El 1 de diciembre de 2018, el día que asumió el cargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador detalló sus promesas para el sexenio 2018-2024. Una de ellas —que había expresado desde campaña— fue la de descentralizar a las dependencias y los organismos de la administración pública federal: su compromiso 54 de 100.

Dicha promesa consiste en trasladar a los trabajadores a nuevas sedes distribuidas por el país, con el fin de impulsar la economía de otras zonas y, según el mandatario, de acercar a las secretarías y a los funcionarios a la atención de temas importantes para cada región.

“(La descentralización) se llevará a cabo de manera voluntaria, sin afectar a los trabajadores al servicio del Estado y, por el contrario, tendrán oportunidades para la adquisición de una vivienda, atención médica y seguridad social”, se lee en el documento en el que quedaron consignados los compromisos.

En septiembre pasado, Expansión Política publicó que este plan lleva un mínimo avance, pues desde 2018 solo la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) logró trasladar al 100% de su plantilla a Mazatlán, Sinaloa, en tanto que cinco instancias se reubicaron parcialmente y 26 aún no habían iniciado este proceso.

La descentralización de dependencias tiene mínimo avance

El 4 de octubre, al menos 100 funcionarios de la SSa —adscritos a oficina del titular de la dependencia, a la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud a cargo de Hugo López-Gatell y al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) de Juan Antonio Ferrer— iniciaron la mudanza a su nueva sede de Acapulco.

“Se trasladaron titulares, directores generales, directores de área, personas de confianza de mandos medios y superiores, personas de base que solicitaron voluntariamente sumarse a esta etapa y, en total, se cuenta en este cambio inicial en la presencia de 100 personas y, en una segunda etapa, se iniciará el traslado de 200 personas de Cofepris”, informó el secretario Jorge Alcocer en la conferencia de prensa mañanera del 12 de octubre.

“Estamos todos en incertidumbre”: trabajadores de SSa

Consultados sobre la situación, trabajadores entrevistados afuera de la Secretaría de Salud expresaron preocupación por el anuncio de Alcocer, pues se contempla primero el traslado de mandos superiores y después el de la base trabajadora.

Los entrevistados —quienes pidieron omitir su identidad total o parcialmente por temor a sufrir represalias— dijeron desconocer el proceso para cambiarse a la nueva sede en Acapulco y qué opciones tienen en caso de rechazar el traslado.

“No, nosotros también estamos ahí esperando, nosotros no sabemos nada, ¿cuál va a ser el proceso?”, contó Fernando, quien trabaja en un área administrativa.

“No tenemos permitido (hablar), de verdad. Está bien complicada la situación. De verdad, no podemos atender tus preguntas, no podemos emitir algún comentario, sé que tú estás haciendo tu trabajo, pero también estamos cuidando el nuestro”, dijo otro trabajador administrativo, quien fue abordado cuando salió a comprar alimentos.

Otra funcionaria que trabaja en el área de Recursos Humanos, quien pidió ser identificada como ‘Alejandra’, afirmó estar en desacuerdo con la decisión, tanto por el tema de los salarios como por su familia y por la inseguridad que se vive en Acapulco.

“Estamos todos en incertidumbre porque no nos dicen qué va a pasar, la familia y luego buscar una casa allá. Nos dijeron que nos van a dar facilidades para un crédito, pero si tú ya tienes un crédito, ¿cómo vas a pagar otro crédito?”, señaló.

Para ‘Alejandra’, Acapulco puede ser un destino atractivo, pero al tratarse de un lugar turístico, tiene un costo de vida mayor al de la CDMX.

80% rechaza la mudanza de Salud a Acapulco

El propio secretario Alcocer reconoció la semana pasada que 80% de los trabajadores de la SSa consultados en un sondeo se pronunció en contra de la mudanza. De 4,600 empleados sondeados, solo 944 dijeron estar a favor.

El programa de traspaso a la nueva sede de Acapulco contempla a titulares de área y mandos medios en una primera fase.

Según la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell gana 110,898.71 pesos mensuales netos y el director del Insabi, Juan Antonio Ferrer Aguilar, 100,338.11 pesos.

El sueldo de un director de área va desde los 60,000 hasta los 98,593.79 pesos netos; en contraste, un subdirector de área está tabulado en 31,853.47 pesos, y un jefe de departamento, en 23,310.48 netos.

Hasta ahora, la SSa no ha detallado qué apoyos se contempla dar a los trabajadores para su eventual traslado a Acapulco, ni tampoco si estos incluirían los gastos por viajes entre el puerto y la CDMX para atender temas relevantes. Aunque en territorio guerrerense habría una nueva sede, muchos de ellos tendrían que viajar constantemente para tratar asuntos en Palacio Nacional o para participar en comparecencias ante diputados y senadores. (Fuente: politica.expansion.mx)

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