Esta mañana, PETA envió una carta a la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático de Quintana Roo y a otros miembros del Congreso de Quintana Roo, para pedir a los legisladores que aprueben un proyecto de ley que prohibiría las crueles interacciones con cachorros de grandes felinos y la manipulación de reptiles por parte del público en establecimientos. La carta se hizo luego de que el diputado Chanito Toledo y la agrupación local, Animal Héroes, presentaran el proyecto de ley al Congreso el 19 de noviembre. El proyecto modificaría el artículo 40 de la Ley de Bienestar Animal.
En la carta, la agrupación señala que los cachorros de grandes felinos permanecen con sus madres protectoras y cariñosas por hasta dos años en la naturaleza, pero cuando son usados en sesiones de fotografías, los cachorros aterrados son apartados de sus madres cuando tienen solo horas o días de nacidos. Los reptiles también sufren cuando son usados como accesorios para el entretenimiento: los reptiles evitan el contacto humano y, como no pueden quejarse ni aullar, sus lesiones pueden pasar desapercibidas y no tratarse.
“Exhibir cachorros y reptiles estresa a estos animales, los hace propensos a sufrir lesiones e incluso pone en peligro al público”, dice Alicia Aguayo, directora sénior de PETA Latino. “PETA insta a los comisionados de Quintana Roo a lograr un cambio por el bien de los animales que tienen tanto tiempo sufriendo y aprueben esta legislación esencial”.
PETA, cuyo lema dice en parte, que “los animales no son nuestros para usarlos para el entretenimiento”, se opone al especismo, una visión supremacista del mundo. Para más información, visite PETALatino.com o siga a la agrupación en Twitter, Facebook, o Instagram.
Si tiene alguna pregunta puede contactarme llamando al 760-508-9903 o escribiendo a GabrielO@peta.org.
A continuación, la carta de PETA a los legisladores.
Estimados Legisladores:
Les escribo en nombre de People for the Ethical Treatment of Animals (PETA), cuyas entidades tienen más de 9 millones de miembros y simpatizantes en todo el mundo, para exhortarlos a modificar el artículo 40 de la Ley de Protección y Bienestar Animal del Estado de Quintana Roo, de acuerdo con la reforma que presentó al Congreso el 19 de octubre de 2021 el diputado Chanito Toledo, la cual prohibiría que el público manipulara grandes felinos y reptiles en establecimientos.
Los grandes felinos como los tigres, leones, leopardos, jaguares y pumas son superpredadores que recorren territorios extensos, cazan a sus presas y crían familias. En la naturaleza, los cachorros de grandes felinos permanecen junto a sus madres protectoras y cariñosas por hasta dos años. Necesitan su leche, su calor, su compañía y, sobre todo, que los dejen tranquilos para que puedan descansar, aprender y desarrollarse adecuadamente. Para poder usarlos en los establecimientos donde las personas se toman fotografías con ellos, a los cachorros los separan de sus madres cuando apenas tienen horas o días de nacidos. Estos bebés indefensos aún no tienen un sistema inmunológico completamente desarrollado y no pueden regular su propia temperatura corporal, por lo que son vulnerables a muchos peligros, incluyendo el estrés por frío o calor, desnutrición, agotamiento y enfermedades infecciosas.
Una vez que los grandes felinos crecen demasiado para ser manipulados, los exhibidores los consideran un inconveniente y un gasto. La mayoría son asesinados o terminan pasando el resto de sus vidas en jaulas estrechas en zoológicos de carretera ruinosos o son utilizados como máquinas reproductoras para producir más cachorros.
Los reptiles también sufren cuando son usados como accesorios para el entretenimiento. Los reptiles evitan el contacto humano, y que los carguen, toquen, acaricien o pasen de un lado a otro es estresante y los hace propensos a enfermedades y lesiones. Y como no pueden quejarse ni aullar, las lesiones pueden pasar desapercibidas y no tratarse. Un miembro del personal de PETA EEUU, que estaba de vacaciones en Cancún, vio a un adolescente gritar y dejar caer una iguana al suelo durante una sesión fotográfica. Sin ver si estaba lastimada, el manejador rápidamente la levantó y le pasó el reptil a la siguiente persona de la fila.
Cuando a la gente se le permite manipular fauna silvestre, se pone a ambos en riesgo y los turistas se están dando cuenta. En todo el mundo hay una creciente resistencia a permitir que los animales sean usados como accesorios para el entretenimiento. Recientemente, PETA ganó el primer caso legal en Estados Unidos que sostuvo que las interacciones con cachorros de grandes felinos violan la Ley de Especies en Peligro de Extinción de EE.UU. Las redes sociales y las páginas web de viajes están llenas de reseñas y comentarios publicados por turistas alemanes, estadounidenses, canadienses, británicos y de otras partes del mundo que condenan la industria de la interacción con fauna silvestre de México.
Por lo anterior le pedimos que por favor ponga fin a este cruel negocio modificando el artículo 40 de la Ley de Bienestar Animal de Quintana Roo para prohibir la manipulación de grandes felinos y reptiles por el público en
establecimientos.
Gracias por su tiempo y atención.
Atentamente,
Lisa Lange
Vice Presidenta Senior de Comunicaciones de PETA