Por Rafael Briceño

CHETUMAL, MX.- Luego de atravesar problemas de depresión y ansiedad, consecuencia del aislamiento social obligado por la pandemia del COVID-19, los ciudadanos han perdido la percepción de riesgo de contraer la enfermedad, al entrar en vigor el color verde del semáforo sanitario por lo que es necesario intensificar las campañas de información sobre todo en comunidades rurales para evitar un repunte de casos.

Arlene Guadalupe Rivero Fernández, presidenta del Colegio Psicólogos de Quintana Roo, aclaró que la información sobre las acciones que realizan las dependencias ha sido suficiente, “pero aún tenemos personas, sobre todo en comunidades rurales, donde no ha llegado la información, y no se cumple con los protocolos sanitarios”.

La población ha perdido la percepción de riesgo de contraer la enfermedad con el color verde del semáforo sanitario por lo que es necesario intensificar las campañas de información, reiteró.

Rivero Fernández explicó que la pandemia de coronavirus desencadenó una escalada de síntomas de depresión y ansiedad entre los quintanarroenses y con ello intentos de privación de la vida de la población “al ser ambos factores que propician que las personas con trastornos mentales piensen o tomen la fatal decisión”.

Al prolongarse la pandemia aumentó los niveles de ansiedad, angustia, miedo entre la población que obligó a implementar un proyecto denominado AMA, el cual que es un protocolo de atención nacional para estos casos, indicó.

Agregó que, además de la ansiedad y depresión derivado de la pandemia, han tenido que trabajar con el tema de la pérdida de familiares y conocidos así como la perdida de trabajo y las complicaciones económicas que enfrenta la población.

Asimismo los psicólogos trabajaron en la implementación de cursos al personal de la línea de emergencias 911 e incluso participaron, en su momento, como primer medio de contención a este tipo de casos al canalizarles por medio del C4 las llamadas de este tipo.

La presidenta del colegio de psicólogos dijo que no hay un parámetro para determinar el porcentaje de población que se ha adaptado a esta nueva normalidad obligada por el COVID-19, ya que la emergencia sanitaria aún continúa y es necesario evaluar esos factores. (Noticaribe)

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