Por Itzel Chan
MÉRIDA, MX.- El pasado 1 de diciembre, la joven Melissa Novelo interpuso una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) de Quintana Roo luego de que su actual exnovio L. A. G. R. intentó matarla en un hotel de Playa del Carmen, Quintana Roo, pero al dar seguimiento a su caso en la FGE de Yucatán y el Centro de Justicia para las Mujeres ha vivido un calvario, pues incluso argumentaron que no podía denunciar el mismo delito dos veces a menos que la agrediera de nueva cuenta.
A sus 29 años, Melissa es una sobreviviente de intento de feminicidio y este hecho, sumado a la violencia institucional y revictimización en las dependencias yucatecas, la han llevado a presentar desgaste psicológico y emocional, por lo que considera pertinente exponer los hechos.
La joven describió que luego de escapar de su agresor, acudió a la FGE de Quintana Roo, específicamente a las oficinas que están establecidas en Villamar II, en donde le fue proporcionada una orden de restricción para salvaguardar su integridad.
Como parte del proceso, sólo le tomaron fotografías, cuando incluso debieron realizarle exámenes médicos.
Sin embargo, en ese momento, la orden de restricción fue suficiente en lo que esperaba que su mamá y papá fueran por ella a Playa del Carmen.
Al llegar a Yucatán y decidir darle seguimiento a su caso, ella detectó tanto en la FGE como en el Centro de Justicia para las Mujeres una falta de empatía y hasta de responsabilidad para atender su caso.
“Hay falta de empatía, te tratan de una forma que minimizan los hechos. El médico y la psicóloga fueron muy empáticos, sensibles, pero al pasar al MP al poner la denuncia ni siquiera escuchan tu versión completa, no te dejan terminar. No hay interés”, aseguró.
En un primer intento, en el Centro de Justicia para las Mujeres, le preguntaron incluso que en sí qué era lo que quería denunciar, esto luego de explicar lo ocurrido en Playa del Carmen.
“Me quité el cubrebocas y le dije: esta agresión”, resaltó.
Sin embargo, con una negativa, la respuesta que recibió fue: No puedes denunciar el mismo delito dos veces.
Aunque ella esperaba recibir orientación con empatía, sólo sintió impotencia
“Aun viendo mis cicatrices, pudieron ir con el médico para pedir informes sobre cómo estaba, pero es nulo el procedimiento, no hay interés. Me dijeron: hay que esperar a que haga algo y eso denunciarías acá. Entonces pensé ¿Me están diciendo que tengo que rogarle a Dios que venga, que me vuelva a agredir y que no me mate para que pueda denunciarlo?”, comentó.
Como última instancia, ella pedía una orden de restricción como la que le proporcionaron en Playa del Carmen, pero que tenga validez en Mérida, porque además, antes de los hechos vivía con su agresor, pero también le fue negada.
Sin darse por vencida acudió a los juzgados familiares, en donde tras horas de espera, notó que sólo podía conseguir que procediera su denuncia con la asesoría de un abogado particular.
De esta manera, con orientación, supo que podía demandar por otros delitos, tales como violencia verbal, física o emocional.
Por ahora no le ha sido posible demandar por estos delitos, pero sí consiguió que sea por desacato a la orden de restricción.
Así, ya ha sido abierta la carpeta de investigación marcada con el número de oficio G8/003164/2021.
La joven indicó que incluso para recibir atención tuvo que pasar por periodos hasta de ocho horas de espera en un trámite y ahora cuenta con una orden de restricción y protección hasta por 60 días, lo que implica que la persona agresora no puede acercarse y tampoco familiares, amistades ni personas conocidas.
De igual forma, denunció que en Playa del Carmen ha notado que la investigación está detenida y ha recibido malos tratos por parte de la psicóloga que está en las oficinas de la FGE de Quintana Roo. (Noticaribe)