Cada cierto tiempo llega el momento de dar una mano de pintura al hogar; una tarea, a veces engorrosa, que se ha de emprender con la pintura y utensilios adecuados para que el resultado sea satisfactorio. En este sentido, el lijado de las paredes y techos resulta fundamental para que el acabado final sea el esperado. A través de estas líneas los lectores podrán saber un poco más sobre cómo efectuar el lijado de las paredes de forma correcta, de manera que facilite en gran medida la aplicación de la pintura.

Utensilios necesarios para lijar las paredes

  • Lijadora eléctrica o, en su defecto, un taco con una lija enrollada
  • Papel de lija de diferentes granulados (lija fina, lija media y lija gruesa)
  • Cinta adhesiva y lona para proteger el suelo
  • Tapabocas y gafas de protección
  • Sellador
  • Aspiradora

Pasos a seguir

Lo primero de todo es preparar cada estancia antes de iniciar la tarea. Cubre el suelo y los muebles con sábanas viejas o lonas de plástico para protegerlos y facilitar la posterior limpieza.

Una vez cubiertos y protegidos todos los enseres y elementos proclives a estropearse con el polvo, es el momento de examinar las paredes para arreglar y sellar cualquier grieta, agujero o desperfecto con un buen sellador. Repasa la superficie correctamente con este producto antes de seguir adelante con el lijado.

Es hora ya de lijar las paredes para su pintada. Podemos hacerlo con una lijadora eléctrica, que nos facilitaría el trabajo considerablemente, o bien de forma manual con un taco de madera en el que fijaremos la lija correspondiente. Sea como fuere, utilizaremos el papel de lija de grano grueso en aquellas zonas con mayores abultamientos para después mejorar el acabado con la lija de grano fino. En las zonas de la pared con pocas irregularidades, podemos utilizar la lija de grano medio en primer momento y después repasar la zona con la fina. Si hay áreas de la pared que están en buen estado, podemos aplicar únicamente la lija de grano fino.

Consejos y claves para un trabajo eficiente y un buen acabado

  • Trataremos de lijar realizando movimientos circulares para que el resultado sea uniforme, evitando hendiduras o desniveles.
  • En el caso de que usemos una lijadora eléctrica, procuraremos dejar que el propio peso de la máquina actúe, sin forzarla ni ejercer presión sobre la misma.
  • Cambiaremos el papel de lija con bastante frecuencia, puesto que la lija se irá obstruyendo cada vez más con el polvo y la pintura vieja; el cambio del papel de lija es fundamental para que el trabajo sea efectivo.
  • Además, debemos comprobar a menudo el estado de la pared con las manos para cerciorarnos de que la superficie queda suficientemente lisa.
  • A la hora de arreglar las paredes con masillas o selladores, lo más recomendable es aplicar producto de sobra porque, al secarse, tiende a menguar. De hecho, no debemos preocuparnos de que haya un abultamiento tras aplicar el producto, ya que dejaremos rápidamente la superficie lisa y uniforme con la ayuda de la lijadora o el taco de lija.

Gracias a esta serie de recomendaciones, conseguiremos que la pintura que hemos elegido se deslice fácilmente por todas las superficies, consiguiendo un acabado impecable en las paredes del hogar. (Agencia Noticaribe)

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