CANCÚN, MX.– Cuando hay fuerza de voluntad o positivismo cualquiera que sea el reto que uno se proponga se podrá realizar, tal y como lo hace el mexiquense Adrián Castillo Díaz, quien salió del centro del país y pretende llegar hasta Tierra de Fuego, Chile, en una bicicleta adaptada al padecer incapacidad de la cintura para abajo.
La travesía la inició en Nezahualcóyotl, Estado de México, con unos amigos, que ya se retornaron, pero él sigue firme en su meta es alcanzar la Tierra de Fuego, en el extremo austral de América del Sur, entre los océanos Atlántico, Pacífico y Antártico.
Cuándo, es lo de menos. En sus propias palabras no tiene prisa por llegar, aunque está consciente que tardará algunos años, al tener en cuenta que a diario recorre en promedio entre 60 a 65 kilómetros.
Dependiendo la distancia entre los pueblos, cuando mucho recorrer hasta 80 kilómetros, ya más no por qué, asegura que “¡me metó unas friegas y acabo muy cansado!”
Y es que el esfuerzo lo realiza con toda la parte del tórax y además procura conocer los lugares por donde pasa y a veces la gente que conoce en el camino lo invita a quedarse unos días.
De 40 años de edad, 25 de los cuales, con discapacidad, que le tiene inmovilizado la parte inferior del cuerpo, tiene un mensaje claro para las personas: que se impongan metas y las cumplan, sin importar que habrá tiempos difíciles.
“El vecino, tu mamá, el hermano o el amigo te podrá decir que salgas adelante, pero si no está en ti hacerlo no podrás”, puntualizó al ser entrevistado en la carretera.
En su caso mencionó ser una persona positiva, que siempre ve hacia adelante, y viaja contento llevando todas sus pertenencias remolcadas en la parte posterior de su bicicleta adaptada. Consiste en una silla de ruedas, una pequeña estufa de gas, una casa de campaña, trastes, una parrilla, colchón para bajarse al piso, agua y alimentos, entre otras cosas.
Por último, sin evitar sonreír, al mencionar que ojalá le llegue, envió un saludo a su madre Inés Díaz Santillán y a sus hermanos. (Infoqroo)