CIUDAD DE MÉXICO, MX.- “No voy a caer en el juego de hablar de las afirmaciones falsas que hace sobre mi persona y del actuar en mi encargo como secretaria de Gobernación, para servir de distractor. De mi parte doy por cerrado este tema”, afirmó Olga Sánchez Cordero luego que Julio Scherer Ibarra, exconsejero jurídico de la Presidencia, la acusara junto con el fiscal general Alejandro Gertz Manero de ser cómplices en el afán por “manchar su nombre” al difundir información sobre sus actividades y de hechos falsos, publicó aristeguinoticias.com.

A través de Twitter, la presidenta de la Mesa Directiva del Senado expresó que su actuar “siempre” ha estado marcado por el amor al país, “y la más absoluta honestidad en mis acciones, para llevar adelante la transformación que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador y que nuestro México requiere”.

En referencia al testimonio publicado este sábado en la revista Proceso llamado “Es hora de hablar”, “coincido. Dejemos que los órganos de impartición y procuración de justicia hablen”.

Es hora de hablar del trabajo de una mujer que desde la Secretaría de Gobernación siempre veló por el interés superior de nuestro país y de la gobernabilidad.

En otro tuit, Sánchez Cordero reiteró: dejemos que la Fiscalía y el Poder Judicial hagan su trabajo. Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie.

“Quienes seguimos los principios rectores de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo de México, hoy podemos seguir adelante y caminar por donde sea, con la frente en alto y la conciencia tranquila”, publicó la ministra en retiro en su cuenta de Twitter.

Este sábado, Scherer Ibarra afirmó que existe una confabulación entre Sánchez Cordero y Gertz Manero para perseguirlo mediante un modus operandi “extorsivo” que se repite en los casos Juan Collado, Cruz Azul, Viaducto Bicentenario, Gómez Mont y Álvarez Puga.

Scherer Ibarra acusó a Sánchez Cordero y a Gertz Manero de estar detrás de la información que lo relaciona con una supuesta extorsión al abogado Juan Collado.

La verdadera extorsión fue de Sánchez Cordero y del fiscal Gertz al hacer pensar a Collado que lo ayudarían a cambio de mentir por venganzas personales absurdas.

Scherer Ibarra afirmó que las diferencias con Sánchez Cordero comenzaron desde el inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en 2018. Detalló que la ministra en retiro emprendió, desde entonces, una investigación sobre su persona y su actividades profesionales a raíz de de que se vio acotada en sus actividades como secretaria de Gobernación.

De acuerdo con el exfuncionario, una vez que AMLO decidió que el asunto prioritario en la Secretaría de Gobernación sería el esclarecimiento del caso Ayotzinapa y “por decisión suya se limitaron las atribuciones en materia de seguridad en esa dependencia” la responsabilidad en los asuntos de seguridad descansó en el entonces secretario de Seguridad Alfonso Durazo.

Sumado a ellos, explicó que la interlocución con la fiscalía y el Poder Judicial recayó esencialmente en su calidad de consejero jurídico de la Presidencia.

Scherer dijo que Sánchez Cordero trató de desacreditarlo a través de su relación con con despachos como el de Rivera Gaxiola, Kalloi, Fernández, Del Castillo, Quevedo, Lagos y Machuca, así como el bufete Araujo, González, Peimbert, Robledo y Carrancá Abogados, entre algunos otros. (Fuente: aristeguinoticias.com)

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