CIUDAD DE MÉXICO, MX.- El general Gustavo Vallejo, que a los 18 años entró como cadete a la Escuela Militar de Ingenieros, fue comprometido por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el 17 de octubre del 2019, a inaugurar el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) este 21 de marzo, publicó El Economista.

Con su sonrisa nerviosa asumió la misión y, desde entonces, se convirtió en la persona que cargaría la obra como su máxima responsabilidad. Luego se conoció que solía pedir reportes detallados de los avances día y noche.

También se ocupó de administrar de manera eficiente los recursos públicos y de negociar con empresarios para lograr ahorros del 3% en las diferentes compras que se hicieron en los últimos 29 meses, según ha dicho.

Aquel jueves, al terminar la ceremonia de inicio de construcción, entre saludos de los invitados a la Base Militar de Santa Lucía, en el Estado de México, el general se retiró a trabajar y ya no paró. La disciplina militar acompañó todo el proceso.

Se sabía, por voz de algunos civiles, que gustaba de presionar a todos los participantes en el magno proyecto de la 4T para realizar las tareas que correspondían. El documentalista Epigmenio Ibarra dejó evidencia de ello en su reciente trabajo: Una obra del pueblo.

En varios momentos la cámara acompaña al ingeniero militar a un recorrido para pedir avances físicos de construcción, lo mismo en una sala de juntas que al aire libre. Sus compañeros se cuadraban y respondían sin titubear.

En el minuto 13, desde una camioneta, Vallejo mira los principios de la estructura de una estación de transporte público que conectará al AIFA con Ciudad Azteca y de inmediato instruye, por medio de un radio: Hay que exigirle mayor avance aquí en la construcción del Mexibus, ¡eh!

También queda la anécdota de que un helicóptero sobrevolaba casi las 24 horas del día para que las cosas se hicieran como estaban programadas.

La biografía oficial

El general de Brigada Ingeniero Constructor Gustavo Ricardo Vallejo Suárez, Comandante del Agrupamiento de Santa Lucía, forma parte de una familia con estrecha relación con el Ejército Mexicano.

“A veces parece que el ahora general Vallejo Suárez competía con la historia militar de su padre, con sus tíos, con sus primos, pero en realidad le gusta competir, y ganar, contra él mismo. Tal vez por eso tomó todos los cursos que pudiese imaginarse, desde la Escuela Superior de Guerra hasta la Maestría de Defensa, en el Centro de Estudios Navales. Comenzó, como tantos otros ingenieros, como analista de precios de construcción. Porque eso es, independientemente de otras comisiones que haya desempeñado, un constructor. De paredes y, también, de relaciones, de lealtades”, refiere su semblanza oficial.

De acuerdo con información del AIFA: muchos, militares y civiles, hablan del buen carácter del general. No así sus subordinados que comparten, o en su caso padecen, su agobio contra el tiempo, contra las inercias, contra todo aquello que se interpone en el desarrollo de su misión, de su construcción. También grita. También se enoja. También se impacienta enormidades.

Vallejo es quien informaba directamente de los avances de construcción al Presidente de México. También le tocó presentar el proyecto a embajadores y cónsules, empresarios y demás visitantes distinguidos a la Base Militar.

En la parte final de su semblanza se puede leer lo siguiente: Gustavo Vallejo, general de brigada DEM, Ingeniero Constructor, es un hombre alto que vive muy confortablemente con su estatura, más de 1.90 metros, con la perspectiva que conlleva, que no ofrece disculpas por ser como es, ni por exigir y exigir y exigir a sus subalternos que estén, justamente, “a su altura”.

Y para estar a la altura de las circunstancias, fue el encargado de recibir oficialmente la escultura del General Felipe Ángeles (nacido el 13 de junio de 1869, en el poblado de Zacualtipán, Hidalgo. Realizó estudios elementales y secundarios en su estado natal y, a principios de 1883, ingresó al Colegio Militar de Chapultepec, donde destacó como estudiante y como profesor de matemáticas, mecánica analítica, balística, así como en teoría y práctica de tiro) en el AIFA.

En el documental referido se observa que debajo de la figura monumental un compañero le dice con absoluta seriedad: Mi general Felipe Ángeles, permítame presentarme y darle la bienvenida. Soy el general Gustavo Vallejo, ingeniero residente de los trabajos de construcción de este aeropuerto internacional que lleva su nombre.

Este lunes 21 de marzo, estos nombres y apellidos se escuchan una y otras vez, arrancando el aplauso de los convidados a la fiesta de apertura. (Fuente: El Economista)

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