Por Itzel Chan

MÉRIDA, MX.- La presencia de narcotráfico en la zona de la Península de Yucatán más el desarrollo de megaproyectos como el Tren Maya, impulsados por la actual administración del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, provocan que se rompa el tejido social en las comunidades indígenas y hace más difícil la defensa del territorio.

Ana Esther Ceceña, investigadora adscrita al Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y coordinadora del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, explicó que con el avance del turismo, la agroindustria, el narcotráfico más este tipo de proyectos tienden a hacer más frágil la defensa por parte de la población.

“Toda la zona de Quintana Roo se ha convertido en una de las rutas importantes de narcotráfico, hemos podido documentar la presencia de las pequeñas pandillas o grupos de traficantes; los grandes cárteles tienen presencia en la zona y están organizados en pequeños grupos”, indicó durante su participación en la conferencia ‘Tren Maya: análisis de los impactos desde la academia.

A través del estudio nombrado “Ejercicios militares en el Caribe Mexicano”, el cual trabajó la Ana Esther con el investigador David Barrios, establecieron que las rutas del Corredor del Caribe y el Vector Caribe Oeste tienen mucha relevancia e involucran a la región sureste de México, tanto para el abastecimiento del mercado interno de drogas (en especial de la zona más turística de Quintana Roo) como para los entronques de rutas que se dan de diversas maneras para colocar la cocaína en el mercado de Estados Unidos.

Ante el rompimiento del tejido social que propicia el desarrollo del Tren Maya y la presencia del narcotráfico, Ana Esther detalló que hay un riesgo elevado de que también se promueva la trata de personas, que se esclavice y se pseudo esclavice a la población, también que haya aumento de prostitución y todo lo que va de la mano con el turismo masivo y el establecimiento de grandes hoteles.

En la investigación en la que ha contribuido Ana Esther Ceceña, también documentan que Quintana Roo, con las únicas costas caribeñas de México y riquezas naturales y socioculturales inigualables, se ha ido convirtiendo en una posición importante de los mismos cárteles, los más poderosos grupos del crimen organizado, que se nutren del tráfico de todo tipo de drogas y de personas, estas últimas sobre todo ligadas a los negocios de pornografía y prostitución.

“Las costas quintanarroenses son también un buen destino para los negocios turísticos, en buena medida responsables de los procesos de despojo directo o encubierto de las tierras de los pueblos mayas existentes en la región, y son uno de los atractivos económicos que ofrece el proyecto Tren Maya”, especifican.

De igual forma, expuso que a pesar de que crece el número de personas asalariadas eso no indica que disminuya el número de pobreza, ya que hay un indicador de carencia social, misma que ha crecido a la par del empleo.

Esto quiere decir que aunque el Tren Maya genere fuentes de empleo, se tratan de empleos precarios que aunado a una dinámica urbanizadora tienden a disminuir la calidad de vida de las personas. (Noticaribe)

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