Por Itzel Chan
MÉRIDA, MX.- Mané, un perrito de raza Schnauzer, de color sal y pimienta, llegó a darle alegría a una familia yucateca. A sus tres años fue llevado a esterilización, sin embargo, el proceso empleado por personal de la veterinaria Zoomanía fue inadecuado, pues estudios posteriores comprobaron que le cortaron la próstata, situación que le llevó a la muerte.
Alicia Villegas, Inti y Nicte decidieron desde hace tres años agregar a un miembro más a la familia: Mané, un perrito muy querido y apapachado por todos diariamente.
Desde su llegada, Mané se adaptó a la dinámica familiar y era tomado en cuenta como parte de ese círculo afectivo.
Pasaba mayor tiempo en casa con Alicia y la seguía a la cocina, a los cuartos y a los patios, mientras que cuando Inti y Nicte la visitaban sabían que a ambos los esperaba con alegría en casa.
Mané fue de los perritos afortunados que recibían amor, atención y cuidados médicos, contaba con todas sus vacunas y tenía salud suficiente para desarrollarse de manera sana y normal.
Nicte lo recuerda muy activo y asegura que no tenía problemas de salud ni alguna molestia que le causara problemas.
Fue en este 2022 que después de un consenso, los integrantes de la familia decidieron que era momento de esterilizarlo, además que les fue recomendado por personal de su veterinaria de confianza, Zoomanía, ubicada en la Avenida Correa Rachó.
Así, la cita para su esterilización fue programada para la mañana del 25 de febrero y les informaron que la realizaría Angélica Acosta Aguilar.
La familia no sabía que ese sería el último día que verían a Mané como un perrito sano.
Nicte comparte que ella y su hermano lo llevaron a la cita programada y les hicieron firmar un documento de autorización quirúrgica, aunque no recibieron información sobre los riesgos durante o después de la operación. De hecho, en palabras del personal que recibió a Mané, este sería dado de alta unas horas después de la intervención, lo cual finalmente no terminó pasando por recomendación de la encargada del procedimiento quirúrgico.
La joven recuerda haber dejado a Mané como un perro con energía, fuerte, alerta, inquieto y con apetito, por lo que consideró que todo saldría bien.
Al día siguiente de ser operado, la familia fue a verlo y lo notaron decaído, sin ganas de comer y con muestras de dolor porque lloraba incluso sin que lo tocaran.
“Personal de Zoomanía mencionó que se debía a la dosis de anestesia que se le aplicó y que debería quedarse unos días más en observación para ver como mejoraba”, recordó Nicte.
Sin embargo, no le hicieron otra especificación más y por un momento confiaron que eso sería suficiente.
Los días siguientes iban a visitar a Mané sin que hubiera una mejoría, al contrario, notaban que se ponía más grave.
La explicación que les dieron fue que Mané rechazó los puntos, pero esta situación puso en alerta a la familia.
Fue hasta el 5 de marzo, es decir, 10 días después, al no tener respuestas concretas, y observar un notorio deterioro en su mascota, decidieron sacar a Mané de la clínica. Al inicio hubo rehúso por parte del personal, aunque al final les hicieron firmar una alta voluntaria.
Tras sacar a Mané de Zoomanía, decidieron llevarlo a otro hospital veterinario, en donde fueron atendidos por una doctora, quien les dijo que el estado de Mané era muy crítico, por lo que no tenían muchas oportunidades. Finalmente Mané falleció.
“Al fallecer Mané, llevamos su cuerpo a practicarle una necropsia y ahí observaron severos daños en su cuerpo”, añadió Nicte.
Fue así como comprobaron que le habían cortado la próstata, más otros daños en el cuerpo y esto puso en riesgo su vida.
La familia de Mané considera que lo sucedido con su mascota no es justo. Era un perrito sano y que sólo recibiría esterilización, sin embargo, al haber perdido la vida, piden justicia y ya interpusieron una demanda legal ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por maltrato animal, ya que aseguran que a su perrito no se le dio el trato necesario y no desean que más familias pasen por esto.
De acuerdo con cifras de la asociación AnimalNaturis, alrededor de 60 mil animales pierden la vida anualmente en México a consecuencia del maltrato y crueldad en su contra. (Noticaribe)