Por Itzel Chan

MÉRIDA, MX.- Debido a la riqueza cultural, gastronómica e histórica que hay en sitios turísticos como Machu Picchu en Perú y Chichén Itzá en México, estudiantes de universidades de ambos países compartieron experiencias turísticas y también advirtieron que es posible prevenir los efectos del Tren Maya turismo masivo en la zona arqueológica de Yucatán.

Estudiantes y académicos de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), en Yucatán y la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, abordaron situaciones relacionadas con el impacto y las problemáticas ambientales que han sufrido estos sitios en los últimos años y cómo aportan al turismo sostenible en el mundo.

En conferencia virtual, la maestra Ivonne Delgado López, de la EBC, compartió datos importantes de la zona arqueológica de Chichén Itzá y por qué la caracterizan como una de las siete maravillas del mundo.

Sin embargo, expuso también que uno de los proyectos que tendría influencia en el turismo de la zona es el desarrollo del Tren Maya.

La académica señaló que hasta ahora, durante la construcción del proyecto insignia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se han encontrado más de 16 mil hallazgos arqueológicos en la superficie ferroviaria.

“Sin embargo, ahora se encuentra en grave peligro el sistema de cuevas subterráneas más grande del mundo, y que de acuerdo a los científicos, es esencial para el medio ambiente de la zona”, describió.

Dentro de la mayor zona en riesgo por el desarrollo del Tren Maya, se encontraría el Gran Acuífero Maya que conecta a dos sistemas de cuevas Sac Actún y Dos Ojos, que alcanzan 710 kilómetros y que ha sido reconocido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

A pesar de que no niega que sea un proyecto que puede traer muchos beneficios para el sureste de México, la maestra indica que habría que hacer caso a las voces expertas y hacer las adecuaciones pertinentes.

La maestra consideró importante mencionar esta situación que enfrenta la península de Yucatán en cuanto al desarrollo del Tren Maya y sin descartar los efectos futuros.

Al respecto, la doctora Zizi Revilla M., de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, mencionó que Machu Picchu ha sufrido impactos de un turismo masivo, por ejemplo, el crecimiento urbano, pues hay 5 mil 614 habitantes y más de siete mil turistas diarios que llegan.

Esto ocasiona la generación de alrededor 14 toneladas de residuos diarios entre hoteles, restaurantes y viviendas.

Pese a esta situación, al paso de los años se han identificado buenas prácticas que han permitido reducir los impactos ambientales.

Luego de compartir estas experiencias, las académicas coincidieron en que tomando en cuenta los antecedentes y problemáticas que ha enfrentado Machu Picchu, se está muy a tiempo de prevenir los daños en la zona arqueológica de Chichén Itzá

“Incluso es importante trabajar de forma participativa entre gobierno, sociedad, organizaciones civiles para hacer de estos destinos puntos sustentables”, añadió Ivonne Delgado. (Noticaribe)

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