Por Itzel Chan
MÉRIDA, MX.- Los flamencos aún están bajo el rango de especies amenazadas, sin embargo, debido a diversas estrategias de conservación, en los últimos años sus poblaciones han aumentado hasta cuatro veces más en la Península de Yucatán.
El flamenco americano es uno de los atractivos turísticos de Celestún, por ejemplo, ya que cada año viajan personas de diversos estados mexicanos y otros países para observarlos en Yucatán.
Ernesto Gómez Uc, investigador encargado del programa de Conservación de Aves en Pronatura Península de Yucatán, celebró que esta especie muestre aumento en su número de población.
En colaboración con diversas asociaciones que se dedican a la conservación de aves en la zona, han podido obtener registros que dejan saber estas buenas noticias.
El investigador aseguró que por ejemplo, se llegó a tener un conteo como de 25 mil individuos hace unos años y ahora ese número ha aumentado hasta cuatro veces.
“Tenemos un nuevo reporte de anidación de 5 mil individuos en San Crisanto. Te vas dando cuenta que la especie se está expandiendo porque comienzan a aparecer nidos en donde antes no había”, explicó.
Especificó que esta recuperación tiene alta relación con zonas de manglares en buen estado de conservación, lo cual también es algo positivo.
Enfatizó que por ejemplo, la fundación ‘Pedro y Elena Hernández’ ahora se sumó como parte del comité organizador del Festival de las Aves Toh y precisamente han hecho un trabajo arduo para recuperar la población de flamencos.
Esfuerzos como la declaración de la Reserva de la Biosfera Ría Celestún y la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos han ayudado también para que los ejemplares de flamencos enfrenten menos riesgos.
Sin embargo, el especialista en temas de aves, expuso que es un reto enorme crear un equilibrio en los ecosistemas que impactan el desarrollo de algunas especies, por ejemplo, el hecho de que se establezcan más salineras en la zona les ayuda a los flamencos, pero podría perjudicar a otros pájaros.
“Hay que ser muy conservadores, los flamencos utilizan las salineras porque de ahí se alimentan, pero si se hacen más, afectan a otras especies”, resaltó.
Así, dijo que por eso es muy importante el trabajo de monitoreo biológico, para desarrollar estrategias de conservación y que al mismo tiempo generen un equilibrio para todas las especies. (Noticaribe)