CHETUMAL, MX.- El gobierno del cambio le quedó mal a Quintana Roo, y los del cambio verdadero resultaron más de lo mismo, por eso vengo a enfrentar a una nueva generación de rufianes, quiero ser gobernador, para recuperar la paz que nos permita trabajar en lo que hace falta: equilibrar la riqueza entre el norte y el sur para darles oportunidades a los olvidados y desprotegidos, expresó el candidato a gobernador de Quintana Roo por Movimiento Ciudadano (MC), José Luis Pech Várguez

“La intención es evitar la destrucción del medio ambiente y  transformar nuestro crecimiento en un desarrollo sostenible para beneficio de nuestros hijos y nietos. ¡Yo lo voy a hacer!””, aseveró.

En su presentación en el debate que esta noche organizó el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) dio a conocer que encabezará un gobierno que hable de frente, incorruptible, en el que no habrá Intocables, ni “mordidas” a cambio de permisos para construir hoteles que destruyan nuestro medio ambiente, ni habrá contratos para empresas de familiares, ni “empresas fantasma”.

“Por eso todos los funcionarios de primer y segundo nivel  de mi gobierno presentaremos nuestras declaraciones 3 de 3 y firmaremos los Compromisos Anticorrupción. Yo ya lo hice”, agregó.

Asimismo, sostuvo que se publicarán mensualmente los estados y compromisos financieros del gobierno estatal y se evaluará permanentemente a todos los funcionarios públicos de primer nivel.

Además, reiteró que no permitirán que funcionarios que no tenían nada, compren casas blancas de millones de pesos.

“No vamos a permitir que familiares de funcionarios obtengan placas de taxis. En mi gobierno no vamos a permitir que funcionarios beneficien a sus familiares con proyectos que comprometan el presupuesto del estado. Quintana Roo merece un gobierno decente, incorruptible, que respete el dinero del pueblo y maneje el presupuesto público con honestidad, transparencia y responsabilidad. Y de eso, me encargaré yo”, reiteró.

Sobre la situación económica, afirmó que Quintana Roo es un estado rico, pero su riqueza se ha quedado en manos de grandes intereses y un puñado de familias de políticos.

“Llevamos más de 40 años creciendo de forma desordenada y sin desarrollo. Cada día hay más actividad económica pero no mejora la calidad de vida de la mayoría de los quintanarroenses”, concluyó.

De igual manera, manifestó que hay dos grandes problemas que enfrentar: primero, la insensibilidad de aquellos que en la zona norte destrozan las playas y medio ambiente para enriquecerse, despedazan bellezas naturales y “nos dejan sin nada”.

“Y segundo, el abandono de los gobiernos insensibles que dejan a la deriva a los más necesitados y provocan un grave problema de asentamientos irregulares. Los trabajadores no pueden obtener un patrimonio digno ni cercano a sus puestos de trabajo. Los malos gobiernos tienen en el abandono a aquellos que generan la actividad económica”,  concluyó.

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