CHIAPAS, MX.- Entre los habitantes de los municipios de la Costa, Sierra y Soconusco, el temor entre los habitantes es evidente ante el alarmante incremento de llamadas telefónicas de extorsión a comerciantes, profesionistas y población en general, pues quienes se comunican con las víctimas, les piden fuertes cantidades de dinero a cambio de darles protección para no atentar contra ellas, no secuestrarlas o incluso de liberar a algún supuesto familiar retenido por supuestos grupos del crimen organizado, publicó Milenio.
A diario las llamadas son realizadas por presuntos extorsionadores, quienes con engaños buscan pedir dinero que depositen a través de transferencias electrónicas. Hay familias que han caído en la trampa, pero no acuden a denunciar por temor a que de verdad los delincuentes recurran a hacerles daño, pues lo que causa incertidumbre y desconcierto es que quien llama del otro lado del teléfono móvil no solo se identifica como miembro de algún cartel o grupo delictivo sino que da detalles, nombres o las actividades de las víctimas.
En Frontera Comalapa, municipio cercano a la frontera con Guatemala, donde los últimos seis meses se ha convertido en blanco de enfrentamientos entre bandas delincuenciales, secuestros y desaparecidos (se habla extra oficialmente de unas 20 personas en lo que va del año), dos maestras fueron víctimas de extorsión telefónica, “las amenazaron con desaparecerlas sino depositaban la cantidad de 20 mil pesos cada una, el temor y la crisis nerviosa se apoderó de ella y accedieron, sin embargo, no interpusieron la denuncia correspondiente ante las autoridades pues les aseguraron saber donde vivían, donde están trabajando sus familiares e incluso su centro de trabajo.
Carlos Esteban, familiar de una de ellas señaló que después de este hecho se comunicó con otros familiares en el municipio de Huixtla para que estuvieran en alerta, sin embargo, un primo le comunicó que a ellos también los habían extorsionado con 35 mil pesos y ante el temor accedieron a depositar 20 mil pesos para evitar que una hermana de ellos fuera secuestrada.
“Mis primos buscaron al presidente municipal de Huixtla, Carlos Salazar Gam, para pedirle apoyo y orientación y no nos hizo caso nos tiró a locos, nos dijo que a él no le competía y no iba a andar cuidando como niños a cada habitante, que regresáramos otro día”, incluso lo tomamos como una burla de quien se supone es el responsable inmediato de pedir seguridad, señaló.
En ese mismo municipio de Huixtla y en el de Huehuetán, las llamadas de extorsión se centran en comercios y en profesionistas que tienen algún despacho u oficina, uno de los audios proporcionado por una familia a Milenio, se escucha una voz grave de un masculino que les dice textualmente:
“Si usted jala con nosotros por la buena se le brindará seguridad y respeto y seguirá trabajando y laborando correctamente como hasta el momento, quiero que sepa no hay vivienda, no hay negocio ni puesto ni establecimiento que no se venga alineando con nosotros, es gente que voy a levantar y gente que voy a desaparecer”.
En otra parte del audio les piden una fuerte y única cantidad para que los dejen de molestar por seis años, “es por primera y única vez y es la cantidad de 40 mil pesos, porque en estos seis años no se te va a pedir diario, ni se te va a pedir cada mes o cada año, este apoyo y colaboración es por primera y única vez”, le advierte que de no hacerlo está en riesgo, su negocio, esposa e hijos.
En Tapachula, ciudad fronteriza de unos 400 mil habitantes, las redes sociales han contribuido a alertar a los ciudadanos. La semana pasada cuando se incrementó este tipo de llamadas, la comunidad entró en psicosis, pero ante la campaña de la Fiscalía General del Estado de advertir a la población para no ser víctimas, las redes sociales y grupos de WhatsApp sirvieron para alertar del “modus operandi” de estos delincuentes, lo que de alguna manera frenó que muchas familias cayeran en estas redes.
En su página oficial de Twitter, la Policía cibernética del estado advierte sobre esta modalidad de estafa o extorsión, señala que lo más común es el supuesto secuestro de un familiar o brindar seguridad a un comercio, a pesar que es la estafa más antigua y se realiza en llamadas telefónicas.
En Chiapas, ahora también se sigue haciendo pero a través de WhatsApp en donde los extorsionadores aprovechan a ver las fotos de perfil para reconocer al familiar y así sacar toda la información de las redes sociales.
Ante esto las autoridades en la entidad exhortan a la población a que cuando reciban este tipo de llamadas cuelguen inmediatamente, bloqueen el número y alerten al 911 la situación. (Fuente: Milenio)