CIUDAD DE MÉXICO, MX.- Tras la debacle electoral sufrida por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), hoy se puso en la mesa la posibilidad de renuncia de Alejandro Moreno Cárdenas de la dirigencia tricolor, pero éste reafirmó que no dejará el cargo, hasta que no concluya su mandato: “el PRI hace autocrítica, no flagelación”, lanzó, publicó Expansión Política.

“Lo que quiere Morena es al PRI”, advirtió el dirigente, quien dijo sentirse amenazado por el gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador. “Quieren una gente a modo para que se les hinque”, expresó y sostuvo que ese no será él.

El cónclave que fue solicitado el sábado por un grupo de exdirigentes del otrora partido mayoritario se desinfló hoy tras realizarse, en privado. Duró casi cuatro horas y media cuando estaba previsto para que durara tres, a lo sumo.

En la reunión, se le solicitó la renuncia anticipada, pero no fue un tema generalizado, apuntó Moreno.

Se planteó “si teníamos la capacidad” de llevar el futuro del PRI, pero reiteró una y otra vez que su periodo es de cuatro años, hasta el 19 de agosto de 2023, y los completará.

A cambio ofreció que habrá renovación de los órganos dirigentes, pero no dijo cuándo. Eso tiene “sus tiempos, no es a capricho”, precisó en conferencia de prensa posterior.

La reunión fue con los exlíderes Dulce María Sauri, Pedro Joaquín Coldwell, Claudia Ruiz Massieu, Manlio Fabio Beltrones, Miguel Ángel Osorio Chong, Humberto Roque Villanueva, Beatriz Paredes, Roberto Madrazo, Carolina Monroy del Mazo y César Camacho Quiroz.

Ante los legisladores, como el líder de los senadores Miguel Ángel Osorio y Claudia Ruiz Massieu, ofreció sostener un encuentro posterior para aclarar que la “moratoria constitucional” anunciada por los aliados de Va por México, Acción Nacional y de la Revolución Democrática (PRD) no implicará que dejen de legislar, pero sí de no avalar las reformas constitucionales que interesan al presidente.

El plan B: el apapacho

A su salida del encuentro, en el que, aclaró, los expresidentes priistas hablaron cada uno por sí mismo, no son “un grupo” de expresidentes, ya tenía listo un escenario B, de respaldo, por si acaso.

En la planta baja de la sede tricolor, en el salón de usos múltiples, ya lo esperaban los dirigentes de ese partido en las 32 entidades del país, además de legisladores federales, quienes lo recibieron con porras “¡Alito!, ¡Alito!” y él se dejó querer.

Los dirigentes estatales fueron citados desde las 11:00 horas y dado que el cónclave de exlíderes nacionales se prolongó, hubo tiempo para que los 32 líderes locales tomaran la palabra.

“¿En dónde estamos?” y “¿A dónde vamos?” se titularon las ponencias expuestas, mientras arriba, en sus oficinas privadas, Moreno Cárdenas departía con sus predecesores. Esta reunión de respaldo cerró con la firma de un “manifiesto y fotografía de la unidad”. (Fuente: Expansión política)

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